CELAYA, Gto. (OEM-Informex).- Para Antonio Fuentes Malacatt, encargado de restauración del Edificio Valenzuela, es muy gratificante trabajar en este proyecto, ya que al intervenirlo se conserva el patrimonio histórico de Celaya, el cual es importante para tener una lectura de la imagen urbana que en su momento hubo en el municipio.
Fuentes Malacatt, precisó que en la primera etapa se restauró la fachada, se realizó la limpieza de la cantera, se hicieron los aplanados con cal apagada, siguiendo las indicaciones y los cánones del Instituto Nacional de Antropología e Historia, ya que así se ocupaba en esa época, además de que se eligió la paleta de colores que el municipio y el INAH autorizaron.
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“Como segunda etapa estamos haciendo la restauración de todas las ventanas, también se hace todo el retiro de la pintura blanca de esmalte que tenía mucho tiempo que no se había dado mantenimiento y se hicieron injertos de la madera que ya estaba podrida, en mal estado”.
“El objetivo primordial de la restauración es conservar la madera original, en ese sentido, se deja la madera lista, se quita toda la polilla, se hace una fumigación, se le aplica el color que autorizó el INAH, se cambió del blanco al caoba y posteriormente se le puso aceite de linaza con goma para proteger la madera”.
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También se hace todo el labrado para poderlo llevar a las condiciones originales del edificio, en el interior se retiraron los plafones, se aplicó tabla roca y en la parte más alta, se le dio limpieza a una cenefa original que debió tener un plafón de un cielo raso con la decoración de esa época.
“Se dio limpieza a todo, se fumigó para que estuviera en condiciones. En el acceso por el Carmen se quitó el portón de herrería, los aplanados se hicieron en cal, se buscó la paleta de colores autorizada, al guardapolvo y a la viguería también se le dio limpieza porque la encontramos de negro, ya está en su estado natural, fumigada y con su aplicación contra incendios”.
“Vamos a continuar con el retiro de más tabla roca para ir dejando el edificio original como estaba. Las obras de restauración empezaron hace un año, hicimos la fachada exterior nos tardamos como cuatro meses, en las puertas vamos paulatinamente, porque es un trabajo minucioso porque es hacer el labrado de cada una de ellas, retirando, insertando para dejarlo lo más que se pueda con la madera original”.
Refirió que, al terminar la planta baja, continuarán con el primer nivel para restaurar todas las puertas, entre las que se encuentra una de madera totalmente tapada para que no deje pasar la luz y quede la habitación totalmente obscura a manera de cortina, además de que se van a retirar los pisos de cerámica que se colocaron posteriormente, lo cual tomará bastante tiempo.
Calculó que los trabajos podrían finalizar en dos o tres años y agregó que lo más difícil a lo que se ha enfrentado es encontrar la madera, los pasadores franceses, la decisión de los colores. Además, dijo que se decidió dejar el aire acondicionado y se estudió toda la anatomía original del edificio, a fin de dejarlo con todas las características que tenía en esa época, pero con las tecnologías actuales, respetando lo que el INAH marca, para que la gente vea cómo era.
Platicó que en su larga trayectoria le ha tocado restaurar el Templo del Carmen, la Catedral, La Tercera Orden, el Museo de Historia, “pero este edificio (Valenzuela) es el más bonito de Celaya en su época, el más alto”. Indicó que en esta restauración participan alrededor de 50 personas entre albañiles, carpinteros, electricistas, pintores, arquitectos como Libia Patiño, Francisco Magueyal, el restaurador de bienes inmuebles, Juan Montoya, entre otros que trabajan de manera coordinada.
LA EDIFICACIÓN CUENTA CON 500 METROS CUADRADOS EN CADA NIVEL
Por su parte, el historiador Rafael Soldara Luna, informó que el inmueble tiene dos versiones en cuanto a la fecha de su construcción. Una indica que fue a finales del Siglo XIX y la otra que fue entre los años 1905 y 1907, siendo esta última la más viable.
Explicó que el edificio tardó tres años en edificarse y perteneció al señor Ciro Valenzuela Reynoso, el cual vivió en el lugar junto a su esposa Julia Soria, quien era a la vez hija del jefe político de Celaya, el coronel Don Florencio Soria.
Soldara Luna detalló que la edificación, la cual cuenta con 500 metros cuadrados en cada nivel, es de la época porfirista y tiene una importante influencia francesa con estilo neoclásico, cuenta con bloques de cantera acarreados de la hacienda de Las Canoas, tiene tres niveles, sin soportes de cadenas ni trabes, además de que cuenta con las siglas CV del nombre del dueño original talladas en cantera.
Refirió que entre los establecimientos que el edificio albergó, se encuentra la Botica la Santísima, de Don Ciro, en 1909 estuvo un módulo de atención de la Cruz Roja, en 1920 las oficinas locales del Partido Nacional Revolucionario (PNR), después el colegio del profesor Ricardo Rábago, el colegio La Corregidora.
Posteriormente, estuvo el Banco Regional de Crédito Agrícola y Ganadero, después una sucursal del Banco SANTANDER, una unidad de extensión cultural de la Universidad de Guanajuato, las oficinas de la Contraloría y del IMIPE del gobierno municipal de Celaya, así como otros giros de negocios de ropa y café.
Finalmente, es importante mencionar que, el propietario del edificio cuenta con la aprobación del INAH y de la Dirección de Desarrollo Urbano para efectuar los trabajos.