CELAYA, Gto. (OEM-Informex).- Tras señalar que no era una niña pequeña, sino una joven menor de edad, quien tuvo relaciones con el chofer de la Casa Hogar del Niño Pobre, aseguró el Obispo de la Diócesis de Celaya, Monseñor Benjamín Castillo Plascencia, dijo que el DIF “se lava las manos” en este caso, porque las religiosas no están capacitadas para atender a jovencitos, sino a niños menores, pero el DIF va y se los deja, sin darle un seguimiento.
El DIF no tiene un lugar dirigidos por ellos y los llevan a otros lugares, pero que no se excluyan, que no digan que los responsables son otros, ellas recibían niños pequeños, no es lo mismo recibir un niño y formarlo a recibir chiquillos de la calle, vaguitos, no es sencillo.Monseñor Benjamín Castillo Plascencia
Indicó que la casa hogar ha prestado un buen servicio durante muchos años, además de que “las monjitas son muy entregadas. A lo mejor sí hace falta algo de orden, las madres ya están grandes, llegan chiquillos no de fácil atención, llegan sólo a pasar el día y son mandados por el DIF”.
Comentó que el DIF debería regular la colocación de cada menor de edad en el lugar adecuado, ya que en el caso de la Casa Hogar del Niño Pobre, el lugar es atendido por religiosas de edad avanzada, las cuales, debido a su experiencia, pueden atender a niñas de primaria y secundaria y no a jóvenes adolescentes que incluso se han escapado del lugar.
“El DIF tiene mucho que ver, me da la impresión de que a veces lleva y a la hora que hay un problema se lava las manos, tiene que ver, no es fácil recoger muchachos, llevarlos y desentenderse, es importante ver cómo se atiende. No sé hasta dónde pueden tener responsabilidad con lo que sucedió”.
Informó que el viernes pasado, sostuvo una reunión con las religiosas, quienes les manifestaron que no están capacitadas para atender a jóvenes hombres y mujeres, que son difíciles, indicando que, no es lo mismo formar a un niño, a recibir un joven que tiene diversos problemas que deben ser tratados por personas más capacitadas para ello.
“En este caso no era una niñita, pero sí era una menor, ahí está el detalle. Ojalá se resuelva, se vean responsabilidades y que a las madres se les reconozca el trabajo que hacen, sobre todo por parte del DIF, quien en cierto modo se ve beneficiado”.
Mencionó que aunque la casa hogar no pertenece a la Diócesis, la congregación de religiosas es respaldada por la comunidad diocesana, por lo que dijo, siempre se les ha reconocido la labor que desempeñan, además de que han trabajado bien con ellas.