CELAYA, Gto.- (OEM-Informex).- Tener Covid-19 “me cambió la vida, la valoro más, valoro estar con mi familia y sobre todo despertar todos los días porque es una oportunidad para estar con mis seres queridos y apoyar a la gente que lo necesita”, expresó Ma. Dolores Rojas quien a sus 52 años se contagió con el virus SARS-CoV 2, en julio de 2020.
Dolores Rojas platicó que empezó con mucho dolor de cabeza, temperatura y escalofríos, por lo que de inmediato acudió al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), donde le sugirieron hacerse la prueba para detectar el Covid-19.
Después acudió a una clínica privada para que le realizaran la prueba del hisopo, donde salió positivo, y después se hizo un análisis de los pulmones para ver si la sangre coagulaba, y al recibir los resultados se reveló que tenía neumonía viral con afectación leve y categoría “A” (fase inicial de la enfermedad).
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“Después de darme los resultados el doctor que me atendió me dijo que no tenía caso que me quedara internada porque lo mismo que me iban a dar ahí lo podía tomar en mi casa. Me recetó medicamentos y vitaminas”.
“Me quedé en cuarentena en mi casa, aislada en mi recámara, a la cual le pusieron hule para forrar libros para que no pasara el aire. Una de mis hermanas era la que me ayudaba con lo que necesitara, a limpiar con cloro el cuarto e incluso a pararme porque la enfermedad me debilitó mucho”.
“Estuve sola y debido a eso me deprimí mucho, casi no comía porque la enfermedad me quitaba el hambre y para poder respirar usaba mi inhalador para el asma, el cual me ayudó a no rentar un tanque de oxígeno, debido a que me ayudaba a que no se me congestionara la nariz”.
Indicó que entre los estudios y medicamentos gastó aproximadamente 15 mil pesos. También dijo que no tiene comorbilidades, y que afortunadamente nadie más de su familia se contagió. Asimismo, indicó que vive con uno de sus hijos, además de estar agradecida con Dios por tener otra oportunidad de vivir.
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“Esta enfermedad me cambió la vida, la valoro más, valoro estar con mi familia y sobre todo despertar todos los días porque es una oportunidad para estar con mis seres queridos y apoyar a la gente que lo necesita. La verdad sentí feo cuando estuve contagiada porque he escuchado que mucha gente se moría, esperé, le pedí mucho a Dios y dejé todo en sus manos”.
Recordó que el estar en aislamiento le trajo muchos pensamientos y angustias, ya que “si me moría mis hijos se iban a quedar solos, a pesar de que ya son grandes no dejan de preocuparme como madre, también me inquietaba que cuando salgo a trabajar cuido a mis dos nietos en la tarde y si me iba no sabía con quien se podían quedar”.
Indicó que luego de casi tres semanas aislada por la enfermedad, fue dada de alta, volvió a trabajar y a estar con su familia. Hasta el momento desconoce cómo es que se contagió, ya que siempre cumplió con todas las medidas de salud.
Finalmente, pidió a las personas que se cuiden y cuiden a los demás, “porque el Coronavirus sí existe”.