El 28 de junio ordenará el obispo nueve sacerdotes

Se eligió el día del Sagrado Corazón, buscando revivir el fervor con el que se le veneraba hace años.

José Sánchez

  · martes 23 de abril de 2019

Obispo de la Diócesis de Celaya, Benjamín Castillo Plascencia. / Foto: Alfonso Berber

CELAYA, Gto.- (OEM-Informex).- El obispo de la Diócesis de Celaya, Benjamín Castillo Plascencia, anunció la ordenación de nueve sacerdotes para el día del Sagrado Corazón de Jesús, el 28 de junio, que se llevará a cabo en el templo de El Carmen, con la asistencia de un centenar de sacerdotes y miles de feligreses.

En entrevista, el obispo comentó que ha sido uno de los años en que más sacerdotes han sido ordenados, y se están haciendo los preparativos para la ordenación de nueve pastores de la Diócesis de Celaya.

Lamentó que para el próximo año vaya a ser uno o dos, según lo programado hasta ahora, por lo que insistió en hacer un llamado a las familias a promover la vida sacerdotal, pero también con los sacerdotes, a través de los acólitos.



Comentó que la finalidad de realizar la ordenación el día del Sagrado Corazón, es para fortalecer la devoción a la imagen, que es el patrono de la Catedral.


Hace tiempo, en Celaya era muy venerado el Sagrado Corazón, pero ahora es menos, porque se comprende que se venere de forma especial a la Purísima Concepción, patrona de Celaya

Benjamín Castillo Plascencia


Dijo que es importante volver a fortalecer la veneración a la imagen del Sagrado Corazón, porque es Cristo, es el Hijo de Dios, como se le veneraba hace años con un gran fervor.

Señaló que por tal motivo, se eligió el 28 de junio, día del Sagrado Corazón, como la fecha para la ordenación de los nueve sacerdotes, porque además es el Maestro de los nuevos pastores.



En cuanto a la vocación sacerdotal, reconoció que ha bajado el número de aspirantes, y aunque para ese año se considera como un buen número de ordenados, nueve, para el próximo sólo será uno o dos.

Por ello insistir en orientar y ayudar a los acólitos para motivarlos a que sigan el camino de Jesús, como servidor al pueblo de Dios.

Comentó que un acólito tiene como labor el ayudar al diácono cuidando del servicio en el altar y ayudando al presbítero durante las celebraciones litúrgicas, especialmente la misa.

Para concluir, expuso que muchos de los sacerdotes fueron acólitos, y fue ahí, con el ejemplo del sacerdote, en donde nació y floreció el gusto por la vida sacerdotal.