CELAYA, Gto.- Ejidatarios cerraron el camino de terracería en Arboledas de San Rafael, afectando a más de 100 trabajadores de la Defensoría Pública y 200 de la Comisión Nacional del Agua, además de a los 500 usuarios que acuden por día y desde este jueves tienen que dejar sus vehículos en zonas no seguras para caminar largos tramos bajo el fuerte sol.
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Trabajadores de ambas dependencias, comentaron que no fue el gobierno el que cerró el acceso poniente a la Defensoría Pública Penal, pero también cerraron el acceso oriente de la Conagua, desde la tarde del miércoles, cuando ya no se ofrecía servicio y todas las personas habían salido con sus vehículos de dichas oficinas.
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Sin embargo, por la mañana de este jueves, no sólo los funcionarios de ambas dependencias se vieron sorprendidos con el cierre de dos accesos, sino también los usuarios que tuvieron que dejar sus vehículos en lugares no seguros y expuestos a robos o daños.
Personal de ambas dependencias coincidieron que desconocen el origen del problema, y suponen que es cuestión de tierras, y por tal motivo los ejidatarios del Ejido Celaya y Segunda de Crespo, o Ejido Ciudad de Celaya, decidieron cerrar los accesos de casi medio kilómetro.
Uno de los trabajadores de la Defensoría Pública Penal, comentó que no se les ha informado quiénes y el motivo del cierre del acceso, registrado desde las 4:00 de la tarde del pasado miércoles, lo que obliga a que todos los vehículos de los defensores tienen que quedar en camino de terracería o en un angosto acceso pavimentado por donde pasan camiones de carga de ganado o pastura o tractores.
Por su parte, Fernando Cárdenas, comentó que, como usuario, le fue molesto ver que estaba cerrado el acceso, porque lo obligó a dejar su vehículo a una considerada distancia para después caminar hasta las oficinas de la Defensoría Pública Penal, con el pendiente de que le fuera a pasar algo a su unidad, robo o daños.
Propuso que a las autoridades que le correspondan, si es municipal o estatal, debe atender el tema de forma urgente, porque es molesto para los usuarios y seguramente es incómodo para los defensores, así como para los trabajadores de la Conagua que tienen que caminar más de 300 metros lineales desde el cierre del acceso hasta las puertas de las oficinas.
Por último, vecinos de la zona también manifestaron su molestia porque tienen que rodear para llegar a los caminos que dan a sus casas, y también desconocen quiénes son los ejidatarios que hasta ahora se vienen a inconformar, después de que la Conagua tiene más de 15 años instalado en la zona, y la Defensoría Pública alrededor de cinco años.