CELAYA, Gto.- “No había chiches”, aseguró David Puga Puga, director de la Escuela Secundaria Dr. Francisco Paredes Velasco, luego de que un grupo de padres de familia manifestaran su preocupación por una posible plaga del insecto en las instalaciones, a pesar de que ya se han realizado dos fumigaciones, sin embargo, el directivo mencionó que desde el mes pasado se realizó una revisión exhaustiva y, aunque no se encontró evidencia, decidieron fumigar para mayor tranquilidad de las mamás y papás que alzaron la voz.
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El director, mencionó que los padres de familia comentaron que algunos niños eran los que tenían en la ropa una chinche, por lo que, se sugería que si era así seguramente las traían de sus casas y más si conviven con animales, sin embargo, esto tampoco se pudo comprobar ya que fueron puros dichos de las personas.
También, aclaró que es falsa la declaración que hizo una de las vocales de la escuela, sobre que la última fumigación se llevó a cabo encima de los niños, ya que ésta se efectuó el 25 de octubre, fecha en que no tuvieron clases debido a que hubo Consejo Técnico Escolar.
De igual forma, explicó que al ser solo un pequeño número de padres de familia que desean que se conforme una nueva mesa directiva, la petición no podrá ser atendida, ya que se requiere a la mayoría para ser tomada en cuenta la propuesta.
Esto lo mencionó luego de que el pasado lunes, los padres de familia aseguraran que al final la discusión, se determinó que se iba a convocar a una reunión para hacer el cambio de mesa directiva, con la finalidad de que se les rindieran cuentas durante la entrega para poder contratar a un experto que lleve a cabo una nueva fumigación.
Finalmente, acompañados por un docente y con la aprobación del director, El Sol del Bajío realizó un recorrido por las instalaciones del plantel, donde se observó que en los salones y bancas no había presencia de chinches.
Al acudir al grupo de primero, el cual fue señalado por tener la mayor cantidad de insectos, se observaron pequeños óvalos en la pared y en las ventanas que, unos decían que eran semillas y otros chinches, sin embargo, al verlos de cerca no tenían patitas, ni cabeza.