CELAYA, Gto.- Para que continúen las lluvias y el problema de la escasez del agua disminuya, Monseñor Víctor Alejandro Aguilar Ledesma, Obispo de la Diócesis de Celaya, invitó a los fieles católicos a seguir pidiendo a Dios por la naturaleza y el buen temporal.
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El obispo mencionó que “dentro de la Iglesia diocesana seguimos pidiendo a Dios por nuestra naturaleza, hemos estado pidiendo a Dios por el agua, seguiremos pidiendo a Dios por un buen temporal, para que haya suficiente agua, no solamente para los campos, sino que puedan llenarse nuestras presas y que puedan tener agua para los ciclos agrícolas, porque muchos todavía dependemos del campo, la comida casi toda viene del campo”.
Además, agradeció a Dios por las lluvias que han llegado y pidió a la población en general, creyentes o no, a aprovechar y reutilizar el agua. Por otra parte, es de señalar que la Diócesis de Celaya ha llevado a cabo distintas celebraciones eucarísticas en el campo para pedir por la lluvia y los cultivos.
Por su parte, el padre Eduardo Sánchez, presidente de Diocesano de la Pastoral para la Comunicación, mencionó la importancia de pedir a Dios por la lluvia, ya que “en nuestros días y de manera generalizada, nuestro medio ambiente ha venido presentando problemas serios como la escasez del agua y de la falta de lluvias, elemento que asegura nuestra supervivencia, por tal motivo en diversos lugares se ha visto la urgencia de acudir por medio de la oración a Dios pidiendo de él su compasión y su misericordia”.
Debido a esto, es que los sacerdotes de la Diócesis de Celaya han celebrado misas fuera del templo, es decir, han colocado altares improvisados en el campo donde se encuentran los terrenos de cultivo, en los cuales los fieles laicos “acuden para elevar la misma súplica a Dios ante tal necesidad”.
ÓBOLO DE SAN PEDRO
En otro tema, Monseñor Aguilar Ledesma informó que este domingo se pidió el Óbolo de San Pedro, el cual es una cooperación que hace la Iglesia universal para que el Papa Francisco pueda realizar también la caridad.
Aunque no especificó la cifra que se recolectó, mencionó que “lo que juntamos en las limosnas de las misas se va destinado al Santo Padre para que pueda él realizar estas obras de caridad a nivel mundial, porque también hay situaciones catastróficas a nivel mundial como son las guerras, los refugiados, fenómenos naturales, migración, problemas de enfermedades, de pandemias y todo eso”.
Finalmente, el Obispo destacó la importancia que tiene esta cooperación para colaborar con todas aquellas personas que sufren alguna desgracia o se encuentran en situación de vulnerabilidad en cualquier parte del mundo.