CELAYA, Gto.- Monseñor Víctor Alejandro Aguilar Ledesma, Obispo de la Diócesis de Celaya, informó que los obispos de la Conferencia Episcopal Mexicana (CEM), decidieron sumarse de forma organizada para ayudar a las parroquias y comunidades más dañadas del Puerto de Acapulco y de la costa chica y grande en Guerrero, luego del paso del Huracán Otis, por tal motivo, cada uno “adoptará” una Iglesia y hablará con los párrocos para conocer y responder a sus necesidades, ya sea de forma económica, en especie, con material de construcción o cualquier cosa que requieran.
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En la Diócesis de Celaya “tomaremos una parroquia y estaremos ayudando al sacerdote y también a la comunidad para poder responder a sus necesidades reales. La intención es no mandar cosas que no necesitan, sino lo que sí necesitan, queremos que se personalice la ayuda, es decir, a través del señor cura, el párroco y del consejo de pastoral parroquial se va a distribuir en la parroquia y en las comunidades a las que atiende esa parroquia”.
Mencionó que se pretende apoyar de una forma más consciente, con mayor realidad y eficiencia y, es que, ejemplificó que en ocasiones se pide material de limpieza, pero llega demasiado cloro y empieza a hacer falta jabón, detergente, escobas, recogedores, entre otros tipos de enceres.
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Aunque no precisó a qué parroquia le tocará ayudar a la diócesis de Celaya, mencionó que esta semana estará en contacto con el sacerdote al que estará apoyando junto a sus comunidades, las cuales albergan entre 10 mil y 20 mil habitantes.
Explicó que el sacerdote les hará llegar una lista con sus necesidades en el orden de importancia, por ejemplo, material de construcción, lámina para los techos de las capillas, porque todas se volaron, enceres religiosos como los ornamentos e incluso, si así lo requieren, pueden solicitar atención médica, medicamentos, ropa, entre otras cosas.
“Ellos van a mandar ese estudio, no están con las manos atadas, están haciendo su levantamiento, nosotros nos vamos a poner de acuerdo con ellos para mandarles lo que necesitan y dependiendo de lo que pidan vamos a ver a dónde lo solicitamos, si son víveres a lo mejor se los solicitamos a la gente, si son láminas y cosas de estructuras tenemos que buscar otro tipo de apoyos, a quién nos ayude con el transporte para eso, los medicamentos o a lo mejor hasta tendremos que llevar médicos, si así lo necesitan”.
ES UN RECLAMO DE LA NATURALEZA: OBISPOS DE MÉXICO
Por otra parte, de acuerdo con un comunicado dado a conocer por la CEM, los obispos de México coincidieron en que “este acontecimiento hace patente nuestra vulnerabilidad. No podemos medir el sufrimiento de tantas personas que perdieron algún ser querido, su casa, su trabajo y, sobre todo, los que enfrentarán un período largo de reconstrucción”.
Los obispos interpretan este “signo de los tiempos” como un reclamo de la naturaleza “que sigue sufriendo inestabilidad y cambios drásticos en el orden creado, por el descuido y la indolencia de quienes habitamos la casa común”.
“La naturaleza no nos pertenece, somos parte de ella, creación de Dios. El Papa Francisco, en su reciente exhortación Landate Deum, nos ha recordado las causas humanas de la crisis climática global y que por más que se pretendan negar, esconder, disimular o relativizar, los signos del cambio climático están ahí, cada vez más patentes. Además, son los más pobres los que siguen pagando las consecuencias”.
Por tal motivo, invitan a todos a asumir la responsabilidad del cuidado de la naturaleza, cada uno, desde su ámbito de influencia, para lograr compromisos y respuestas globales más eficaces.