CELAYA, Gto.- El padre José de Jesús Palacios Torres, Vocero de la Diócesis de Celaya, informó que los recursos económicos que recolecta la Iglesia Católica con la aportación del diezmo que dan los fieles, es utilizado para diversos propósitos, tal y como: la remodelación de los templos, del obispado, para el pago del sueldo a los trabajadores, equipo tecnológico, para la publicidad y difusión, el apoyo a los sacerdotes, por nombrar algunos.
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Por una parte, recordó que hace algunos años la Iglesia promovía el pago del 10% del ingreso y, en el caso de los campesinos de su cosecha, por lo que, “algunos llevaban su cajita de huevo porque era el diezmo de lo que las gallinas ponían durante el año”.
Actualmente, dijo, se ha modificado esta aportación y por eso “ya no se habla del diezmo como tal, sino de la cooperación diocesana. Y el criterio o el parámetro de comparación es dar un día de salario al año”, ya que aseguró, hay mucha gente que no puede o le cuesta trabajo dar este dinero. “Esta no es una limosna que se da como cualquier domingo, es una ofrenda real”.
Los recursos que se obtienen mencionó, se utilizan para subsidiar a las comisiones pastorales de la diócesis como la Pastoral Profética, Litúrgica, Social, de comunicación, entre otras, debido a que todas ellas requieren estructuras.
“Hay laicos que está trabajando de tiempo completo en la pastoral de la comunicación grabando audios, diseñando videos, atendiendo la parte del community manager, las redes sociales y de más y deben darles su sueldo, así como a quienes trabajan en el Periódico Redes. La Pastoral Profética tiene cuatro religiosas que apoyan a ser subsidios para el tiempo de adviento, de cuaresma, catequesis, a ellas también hay que darles su sueldo, la gasolina porque se andan movilizando en toda la Diócesis, esto por poner un ejemplo”.
Mencionó que aquellos que laboran en el obispado y que tienen un nombramiento o un oficio reciben una pequeña gratificación, mientras que los laicos que trabajan ahí, su sueldo. En este mismo tenor, dijo que el obispado fue remodelado, se pintó la fachada, entre otras cosas.
“Eso cuesta mucho, pero era necesario, tenía años que no se había remodelado, por lo menos unos 15 años atrás. Era necesario este cambio, unas de carácter estético y otras de carácter urgentísimo como las oficinas que estaban con humedades, ahí es donde se destina este tipo de recursos que se solicitan a la feligresía”.
“El diezmo sigue siendo voluntario, a la gente se les da el sobre, se les sugiere que sea un día de salario al año, pero pueden poner un peso”, comentó que hay ocasiones en las que abren uno de los sobrecitos y han encontrado la ficha de un refresco.
En cuanto al monto que recaudan, aseguró que no lo tiene claro y han perdido el parámetro, ya que durante la pandemia se dejaron de hacer estas colectas y, el año pasado, la gente todavía estaba agobiada, por lo que, apenas va remontando el asunto. “Desconozco el dato de cuánto fue en la última colecta en tiempos normales sin pandemia y esta colecta que se hizo”.
El sacerdote, refirió que es importante reconsiderar que a veces entra en funciones algunas cosas anuales, debido al cambio de fecha, es decir, “no es lo mismo hacer colecta en estas fechas que reciben poquito más, a hacerlas en agosto, no es lo mismo hacerla en un fin de semana de quincena, que hacerlo en fin de semana sin quincena”.
“Ahorita no será lo mismo, porque, aunque se recibió un recurso económico, ya se gastó en el Buen Fin y ahorita todavía no llega la quincena. Todo esto son variantes, a veces se invierte en difusión, publicidad y a veces no. Ahora no se invirtió tanto en esta parte que son todos estos factores juntos que pueden influir en que se dé más o se dé menos”, concluyó Palacios Torres.