Despiden al bombero Daniel Galindo en Apaseo el Grande [Galería]

Murió al perder la batalla contra el cáncer

Blanca Mireles | El Sol del Bajío

  · miércoles 7 de febrero de 2024

Daniel Galindo, mejor conocido como “Nenecillo”, fue una persona muy servicial, alegre y querida por sus compañeros, tanto bomberos de Apaseo como de otros municipios aledaños. | Foto: Cortesía

APASEO EL GRANDE, Gto.- Luego de varios años y meses de batalla contra el cáncer, el Bombero Daniel Galindo Sánchez, perteneciente al cuerpo de bomberos de Apaseo el Grande, perdió la batalla el pasado lunes por la noche, cuando la enfermedad se complicó y fue al hospital, donde minutos después se dio la triste noticia de su fallecimiento a sus 37 años de edad.

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Daniel Galindo Sánchez, nació el 17 de enero de 1986 en Celaya. Hijo de Eva Santa Sánchez Lucero y Rosendo Galindo Cervantes. En 1999, siguiendo los pasos de su hermano José Galindo, despertó su amor por la ayuda al prójimo, haciendo de forma altruista su voluntariado como socorrista en la agrupación S.O.S. en la que permaneció algunos años formándose profesionalmente en el área pre-hospitalaria, continuando su preparación en Medcare donde obtuvo el título de paramédico.

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En 2010 se incorporó como voluntario al cuerpo de bomberos de Apaseo el Grande y unos años después se integró a las filas como maquinista, donde hasta la fecha y aún con sus condiciones de salud, cumplió con su labor.

Cabe mencionar que en su trayecto, se desenvolvió profesionalmente como técnico en rescate con cuerdas, técnico en materiales peligrosos, especialista en rescate de estructuras colapsadas, rescate vehicular y espeleología, nunca dejó de aprender y prepararse para dar lo mejor de sí a la ciudadanía en cada servicio.


Daniel Galindo “Nenecillo” dio su último recorrido en la máquina de Bomberos. | Foto: Cortesía


Daniel Galindo, mejor conocido como “Nenecillo”, fue una persona muy servicial, alegre y querida por sus compañeros, tanto bomberos de Apaseo como de otros municipios aledaños, pues gracias a su carisma se dio a querer y respetar por cada uno de ellos, pues incluso en el largo camino de su enfermedad, se realizaron rifas y eventos para ayudarlo económicamente con los tratamientos de quimioterapias que necesitaba.

Su muerte fue una gran pérdida para la corporación, así como para cada uno de sus elementos, por ello fue que para despedirlo escribieron unas emotivas palabras:

“Que difícil fue escribir estas palabras para despedirnos, porque esperábamos y confiábamos en nunca necesitarlas. No solo nos enseñaste a ser voluntarios, nos enseñaste a amar al prójimo ayudándolo en sus momentos más difíciles. Sin importar su nacionalidad, género o estatus social.

“Nos enseñaste en cada servicio que solo se ayuda con profesionalismo.

“Nos enseñaste a ver el lado bueno de las dificultades de la vida con cada sonrisa que nos regalabas.

“Nos enseñaste que bomberos no es solo un trabajo; si no que somos una familia...

“Aunque tu partida, nos dejó la más grande lección... que nos engañaron cuando nos dijeron que la vida solo se vive una vez, pues no es verdad, la vida se vive diariamente.

“Desde ahora cuando piense en rendirme solo recordaré lo valiente que fuiste... lo fuerte que fuiste, al seguir luchando y nunca darte por vencido.

“Te vamos a extrañar y nos acordaremos de ti en cada servicio, en cada práctica, en cada persona que ayudemos y en cada sirena.

“Dejaste un hueco irreparable en cada uno de nosotros, pero no te preocupes... Extiende bien tus alas y seguro llegarás, solo es cuestión de seguir al viento, poco a poco y sin miedo llegarás.

“Las despedidas solo significan: te echaremos de menos hasta que nos volvamos a encontrar, ahí donde estás, donde ya no hay más dolor...en un lugar mejor.

“Hasta pronto mi hermanito de fuego”.

El pasado miércoles por la tarde con una misa de cuerpo presente fue como se despidió a un gran elemento y gran ser humano en la iglesia de San Juan Bautista, en el municipio y de ahí fue llevado para darle sepultura a bordo de una de las máquinas de bomberos.