Despenalizar el aborto es una pena: Vocero de la Diócesis de Celaya

Refirió que no son buenas las argumentaciones que se dan entorno a la libertad de la mujer, ya que su libertad la tuvieron antes, no en el momento en que se empieza a decidir sobre una vida  

Ana Medina | El Sol del Bajío

  · viernes 10 de septiembre de 2021

“La mujer que aborta es una madre con hijos muertos”, padre Palacios. | Foto: José González | El Sol del Bajío

CELAYA, Gto. (OEM-Informex).- Luego de que la Suprema Corte de Justicia de la Nación despenalizara la interrupción voluntaria del embarazo, el padre José de Jesús Palacios Torres, Vocero de la Diócesis de Celaya, manifestó que esta decisión es una pena, ya que, además de que significa un no a la vida, legalmente se está amparando a las mujeres para asesinar a su propio hijo dentro del vientre.


El padre Palacios dijo que esta decisión significa un no a la vida. | Foto: José González | El Sol del Bajío



“El despenalizar el aborto es un no a la vida, en México nos escandalizamos de que somos un país lleno de sicarios, por qué no lo hacemos ahora que amparados por la ley se podrá asesinar a una criatura que se encuentra en el seno de su madre”.


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Refirió que no son buenas las argumentaciones que se dan entorno a la libertad de la mujer, ya que su libertad la tuvieron antes, no en el momento en que se empieza a decidir sobre una vida que se va gestando en su cuerpo, pero que ya no es suya.

Indicó que “la posición de la Iglesia es a favor de que se defienda el principio básico que es la vida, lamentamos la decisión de la suprema corte y por otro lado, no entendemos porque se defiende la vida silvestre y no la humana, que claro, es importante proteger la naturaleza y a las especies en peligro de extinción, pero lo es más el proteger lo más sagrado que es la vida humana”.

Al preguntarle sobre que en Guanajuato la persona tendrá que interponer un amparo para poder abortar, dijo que esa no es la solución, sino que la sociedad debe buscar mecanismos que apoyen a las mujeres que estén en esa situación.


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“Si ya hubo un error que ese error no genere otro más grave como es el asesinato del hijo. Hay que entender que hay dos tipos de madre, unas con hijos vivos y otras con hijos muertos y la mujer que aborta es una madre con hijos muertos”.

Finalmente, mencionó que este tema debe analizarse con aristas antropológicas, científicas, filosóficas y éticas que no son posibles reducir a una resolución en un asunto judicial.