CELAYA, Gto.- (OEM-Informex).- Familiares y amigos se congregaron en el Santuario de Guadalupe ayer al mediodía para elevar las plegarias y despedir a Javier Rodríguez Rodríguez, quien, además de inventar, con receta exclusiva, las llamadas gomitas de rompope y otros sabores, es cariñosamente recordado por su don de amistad, pero sobre todo porque el principal legado que dejó al municipio fue su espíritu de trabajo.
La señora Guillermina Suárez, de la dulcería El Pasaje Guadalupe, comentó que desde hace más de 30 años el amigo de la familia, Javier Rodríguez, empezó a llevar las gomitas, que con el paso del tiempo fue diversificando el producto, con receta especial, como las gomitas de distintas formas con sabor de rompope, chile, fresa, limón, naranja.
La muerte de Javier Rodríguez ha sido una triste noticia para muchos establecimientos, como La Tradicional, en donde también repartía sus gomitas de sabores y distintos colores. Pero la muerte también es misericordiosa, porque nos da fortaleza del espíritu para seguir adelante
Guillermina Suárez
Por su parte, Fernando Jiménez y José Luis Figueroa, maestros jubilados del Instituto Tecnológico de Celaya, coincidieron que Javier Rodríguez fue una persona siempre muy amable, decente, trabajador, que se ganó la vida vendiendo gomitas.
El ser un buen ser humano, también lo convirtió en un buen amigo. Javier, gentil persona, es recordado con mucho cariño, y se le recordará como un hombre creativo y emprendedor, porque los días 14 de febrero hacía las gomitas con figuras de corazón, y chocolate en medio. Su legado a Celaya no sólo fueron las gomitas, sino su amor al trabajoJosé Luis Figueroa
Sus hermanas, Carmen, María y Alfonso, contaron que Javier nace en Celaya un 30 de junio de 1951; sus papás, que en paz descansen, Simón Rodríguez y Carmen Rodríguez de Rodríguez.
Javier estudió en Celaya la primaria, secundaria, la escuela secundaria técnica para después viajar a Dolores Hidalgo en donde estudia agronomía, y desde hace 30 años, con una receta especial, hace las gomitas.
La hermana Carmen Rodríguez comentó que el negocio de las gomitas queda en manos de sus sobrinos, Eduardo y Yésica Ruelas Rodríguez, que desde hace años se asociaron para realizar la micro empresa que en los últimos años ha crecido para atender una demanda de los establecimientos de cajetas en Celaya.
En la misa de cuerpo presente estuvieron maestros y amigos del Colegio México, Vazco de Quiroga, amigos de vida que fue encontrando en el camino, así como la familia Capulín y la familia Reséndiz, a las que consideró como su segunda familia.
Las hermanas Carmen, María y Alfonso Rodríguez, son sobrinos del Güerito Rodríguez, que en paz descanse, y entrañable compañero de trabajo de El Sol del Bajío.
