CELAYA, Gto.- De acuerdo con el economista celayense Mauricio Hernández Mendoza, “la depreciación que sufrió el peso después de las elecciones del 2 de junio impactó de forma negativa en los precios de los bienes importados”, por lo que, no fue sorpresa que los resultados del Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC), presentados por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), registraran, durante junio, una inflación del 4.98%.
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Hernández Mendoza, explicó que en México uno de cada cuatro bienes disponibles en el mercado es importado, lo que significa que, cuando el peso se deprecia, los precios de estos bienes importados suben.
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“El incremento en los precios implica que el ingreso de las y los trabajadores tenga un menor poder de compra, por lo que, los sueldos no pueden satisfacer las necesidades de las familias. Ello significa que hay un impacto negativo en la calidad de vida de las personas y quienes más lo sufren son aquellos que acceden a los salarios más bajos”.
Ante la pregunta de qué va a desencadenar esta inflación, además del alza en precios de algunos productos y servicios, el economista comentó que “si el ingreso de las personas alcanza para una menor cantidad a de bienes y servicios, la demanda agregada del país en términos reales se reduce, lo cual podrá generar un proceso de desaceleración económica e impactar de forma negativa el crecimiento de empleos formales en el país”.
De igual forma, mencionó que “el proceso inflacionario hace que las personas tengan una menor disponibilidad de recursos o para ahorrar y para poder enfrentar gastos inesperados, por otro lado, si la inflación no cede, las tasas de interés bajarán más despacio de lo que esperábamos, haciendo que las empresas y las familias tengan que seguir pagando altos intereses por sus créditos”.
De mantenerse la inflación, dijo, es importante cuidar mucho la fuente de ingresos de las familias y, a su vez, se debe de ser muy disciplinado en el gasto, satisfaciendo primero las necesidades más apremiantes como los alimentos.
Para concluir, mencionó que desafortunadamente los alimentos son los productos en los que la inflación ha impactado más y, es que, durante junio, a tasa anual, los bienes agropecuarios han subido un 10.4%, mientras que las frutas y verduras un 19.7%.