De 40 aspirantes al sacerdocio, sólo se ordenan cuatro

Muchos son los llamados y pocos los elegidos: Benjamín Castillo Plascencia

José Sánchez

  · domingo 21 de abril de 2019

Sólo el 10% de los aspirantes al sacerdocio logran mantenerse en la senda de la decisión de servir a Dios. / Foto: Extraída de Internet

CELAYA, Gto.- (OEM-Informex).- De cada 40 aspirantes a la vida sacerdotal que entran al Seminario de la Diócesis de Celaya, sólo cuatro culminan en la ordenación; los motivos son variados, pero principalmente porque muchos son los llamados y pocos los elegidos.

Así lo expuso el obispo de la Diócesis de Celaya, Benjamín Castillo Plascencia, quien amplió que en la matrícula de los seminaristas se va haciendo el discernimiento vocacional, y a lo largo de su formación van desertando porque se dan cuenta que no es su vida o no tienen vocación para ser Pastor de Dios.




Pero también mucho tiene que ver con la vida familiar para que un joven decida entrar a un seminario, pero sobre todo a mantenerse firme y dedicar su vida a Dios, porque en muchos sentidos ahí, en el hogar, se siembra en el corazón los valores, incluso, desde la casa nace el deseo de ser sacerdote

Benjamín Castillo Plascencia


También dijo que entre las familias numerosas era común fomentar el camino a Dios, y no faltaba el joven que sí quería ser sacerdote; pero en la actualidad, en donde por lo general son pocos los hijos, no se difunde seguir el camino de Cristo como pastor, sino que se habla de profesiones y oficios pensando en el dinero.

Detalló que hay padres de familia que tienen un hijo y se preocupan de que ese hijo quiera ser sacerdote, en vez de alentarlos, porque la pregunta común en esos matrimonios es “quién me va a cuidar en la vejez”.

Explicó que hay más posibilidades de que una madre quede sola cuando el hijo se casa, a que eligiera la vida sacerdotal, porque es la nuera la que en muchos casos no quiere que se cargue con la suegra, argumentando que si apenas alcanza para los hijos.


El obispo de la Diócesis de Celaya, Benjamín Castillo Plascencia, hizo un llamado a los padres de familia para que fomenten en los hijos la vida sacerdotal. / Foto: Javier Patiño



Sin embargo, la vida sacerdotal es socorrida por Dios, y muchos de los sacerdotes buscan estar siempre con la madre o con la hermana que se quedó sola; e incluso, en la vejez del sacerdote, es la madre o la hermana la que siempre lo ha acompañado.

Así que una madre que no permite que su hijo sea sacerdote por el miedo a quedar sola, puede quedar más sola si la nuera o el mismo hijo no se la llevan a vivir con ellos.



Hizo un llamado a las familias a fomentar la vida sacerdotal entre los hijos, porque son caminos rectos, caminos dedicados a Dios, caminos en que como Pastores ayudan a la comunidad.

También comentó que una fuente importante para la formación de los sacerdotes son los grupos de acólitos, por lo que también invitó a los párrocos a formar a los jóvenes, porque la mayoría de los ahora sacerdotes fueron acólitos, y desde la pequeña edad se les orientaba para encaminarlos hacia la vida sacerdotal.

Ahondó que a las acólitas, las jovencitas que también ayudan en la homilía, se les destina para otras actividades propias de una jovencita, como atender las oficinas o mantener en orden los espacios de los templos, porque tienen la virtud del orden, de la limpieza, de la armonía.

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