APASEO EL GRANDE, Gto.- Con el apoyo de las instancias estatales (SDAYR), municipales y mucha iniciativa, el predio La Ciénega, luego de tres años comienza a convertirse en ejemplo de lo que es una granja sustentable, lo que permite abatir costos de producción y ahora incursionará en la reconversión de cultivos básicos de granos a especies que son más rentables, como son las frutas.
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Hace tres años, el agricultor Humberto López Escamilla comenzó a adoptar las nuevas tecnologías que permiten el ahorro en materia de insumos, cuyo costo no permite la rentabilidad en la producción de granos, hoy con el apoyo de su hijo, el médico Humberto López, no solo cultivan las ocho hectáreas del predio, sino que además tienen crianza de gallinas postura, además de vacas, borregos y chivas, cuya utilidad es la producción de estiércol para activar un biodigestor, del que a su vez se produce fertilizante orgánico, plaguicida natural e incluso el aprovechamiento del biogás para diversos usos.
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Humberto López, médico cirujano, comentó que “en este rancho, esta pequeña granja, nosotros venimos de la agricultura tradicional y estamos tratando de hacer agricultura sustentable, entonces para eso estamos implementando un programa de aplicación de fertilizantes orgánicos o biofertilizantes”.
“Tenemos principalmente tres líneas para este tipo de fertilización, una es la producción de composta sólida, la otra es el humus de lombriz y la tercera es el biol, que produce el biodigestor.
“Aparte de eso, disminuimos un poquito la aplicación de insecticidas y pesticidas con la aplicación también de bioinsecticidas como lo son el caldo sulfo-cálcico y el caldo de cenizas, igual producimos algo que se llaman violes que son a través principalmente con suero de leche para enriquecerlos con aminoácidos, estiércol de los animales y básicamente un bioactivador que es la levadura, son los ingredientes principales, además de sangre, residuos de pescado, etcétera”.
“Eso lo utilizamos como foliares para estimular los cultivos de forma un poco más natural con biofertilizante”.
Puso como ejemplo de lo que puede economizarse: "A lo mejor produces un litro de biofertilizante con 3 pesos y eso te sirve para, por ejemplo, un cuarto de hectárea, eso sería el equivalente en vez de comprar un producto de 300 pesos, entonces es un ahorro impresionante de más del 90% del costo”.
Puntualizó que lo principal es la producción de biol o fertilizante orgánico líquido, que “nos ayuda a fertilizar la tierra, a enriquecerla y a recuperar un poquito el suelo, porque muchos años atrás los agricultores se enfocaban mucho nada más en trabajar, trabajar y remover la tierra, ahora ya sabemos que la tierra no se debe mover tanto y que hay algo que nos ayuda muchísimo que son los microorganismos, hongos y bacterias benéficos que ayudan a los cultivos. Entonces a través de este biol básicamente lo que hacemos es aplicar a la tierra nuevamente, enriquecerla con microorganismos, aparte de los nutrientes como fósforo, potasio, nitrógeno, que es lo que más contiene”.
RECONVERSIÓN DE CULTIVO
Comentó que: “En esta granjita en vez de la producción de granos, nos vamos a dedicar principalmente a la fruticultura, ahorita producimos maíz, garbanzo, frijol, alfalfa y avena, pretendemos lo que es mayormente es la fruticultura, entonces nosotros vamos a establecer cultivos de alto valor como lo es la pitahaya, el limón persa y el higo”. Hizo notar que la pitahaya se encuentra en proceso de enraizamiento, ya que se requieren de unos tres años para que dé su primera cosecha en forma.
“Esto nos representa un ahorro en cuanto al agua y nos da tentativamente mejores ingresos para poder seguir subsistiendo, porque la verdad es que la producción de cereales y granos a final de cuentas es a baja escala, nosotros tenemos una superficie de ocho hectáreas trabajando, entonces no es costeable, de una agricultura tradicional vamos a migrar a lo que es la fruticultura”.
Aclaró que: “No estamos peleados con la producción de granos y de forrajes, pero si vamos a nosotros a esa migración es para que sea rentable la granja”.
Agregó que igual tienen producción de huevo orgánico, “tenemos por aquí los galponcitos con unas 400 gallinas y también es parte de migrar, por ejemplo, de una producción a lo mejor de carne y leche que son las gallinas, lo vemos como más rentable y pues igual contribuimos a la alimentación de nuestro medio”.
“Tenemos vacas, borregos, chivos, caballos, pero básicamente ahorita esto lo estamos utilizando como un medio para obtener el estiércol para alimentar el biodigestor”.
Explicó otra de las utilidades del biodigestor “y es que los trabajadores tienen un pequeño espacio de comedor y básicamente se cocinan con el biogás, esto ya podría escalarlo un productor que a lo mejor tiene su casa dentro de su parcela o cerca ella, pues este biodigestor puede surtir para un boiler o una estufa”.
El biodigestor consta de una salchicha o bolsa grande de 10 metros de largo por 4 de ancho y dos metros de alto, y dentro de éste, la parte superior es gas, la parte del medio es materia en descomposición y la parte más abajo líquido tiene una entrada por un extremo donde entra el estiércol mezclado con agua, que es el fertilizante orgánico, y por la parte superior tiene una salida para el biogás.
Recientemente tuvieron el apoyo estatal para adquirir una cultivadora de bioprecisión con la que ya no es necesario hacer barbecho y rastreo en la tierra, lo que también representa un fuerte ahorro.
La granja fue visitada por autoridades municipales del área de Desarrollo Agropecuario y Agrario, a fin de preparar una próxima capacitación a productores de la región con el tema de la composta y los fertilizantes orgánicos, aprovechando la experiencia de los señores López.