CELAYA, Gto. (OEM-Informex).- Que la dirección de Protección Civil retirara las mallas de los pasillos del jardín principal le da esperanza a Juan Ramiro Gutiérrez, quien tiene más de 30 años desempeñando el oficio de bolero, y es que, hasta el momento y debido a la pandemia solo tiene entre dos y tres boleadas al día cuando en otros años tenía 10 o incluso más.
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Ramiro Gutiérrez contó que “aquí andamos desde chiquillo trabajando, es que la necesidad me hizo enseñarme la profesión, porque salí muy mal para los estudios. Mi papá es bolero y mi abuelito paterno, que en paz descanse, también fue bolero y con ellos me enseñé”.
Recordó que cuando empezó la pandemia los mandaron a resguardarse a sus casas por siete meses, tiempo en el que el gobierno municipal los apoyó con despensa y recursos económicos para poder sobrevivir junto a su esposa que depende de él.
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Luego de esos siete meses pudo regresar a trabajar, pero los clientes bajaron considerablemente, ya que de “hacer 10 boleadas al día o incluso más, ahora tengo dos o tres si bien me va. Con lo que saco apenas me alcanza para solventar mis gastos, pero no me quejo porque al menos ya pude regresar a desempeñar mi profesión con mucho gusto”.
El celayense que cada día acude en su bicicleta a trabajar de 9:00 a 17:00 horas, espera que con la apertura de los pasillos del Jardín Principal comiencen a llegar los clientes y que conforme transcurra el año se pueda recuperar económicamente.
Finalmente pide a los ciudadanos que respeten las medidas sanitarias para evitar regresar al semáforo naranja o incluso al rojo, ya que eso perjudica de manera considerable a los trabajadores.
Por otra parte, en un recorrido realizado por El Sol del Bajío por el Jardín Principal, se pudo observar que la gente de a poco comienza a transitar por los pasillos en pequeños grupos, en pareja o de forma individual.