IRAPUATO, Gto. (OEM-Informex). El cristal es hoy por hoy la droga más accesible, pero también una de las más dañinas que puede haber, pues no por nada en los centros de rehabilitación le llaman “la droga de los zombies”.
El cristal es también la causante de la violencia que arrastra Guanajuato, pues los grupos delictivos que buscan quedarse con el control de la veta de droga han incluso recurrido a pintar su droga para identificar a sus vendedores y mercados, pero eso a la par ha generado que los otros grupos asesinen a quienes venden “el jale”, como se le conoce en el argot, de los rivales.
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Nicolás Pérez Ponce, presidente de los Centros de Rehabilitación Unidos del Bajío, confirmó que la mayoría de las personas que atienden por adicciones llegan porque consumieron cristal y ya no podían dejar de probar esa droga.
“Ha habido niños de 10 años que ya llegan con una adicción grave al cristal. ¿Pero cómo un niño?, es la pregunta, pero lo cierto es que es una droga que por barata, cualquiera la puede conseguir y es lo que ahorita está afectando a los chavos, pues eso es lo que hemos visto con los casos que nos llegan”, relató.
El consumo del cristal viene aparejado también que haya un consumo en la venta de éste y para muestra el incremento en las carpetas de investigación que han sido abiertas en Guanajuato por el delito de narcomenudeo.
En sólo tres años, el delito de narcomenudeo en Guanajuato ha incrementado en un 49% y en siete meses de 2021 ya se superaron todos los casos que hubo en 2018, 2019 y muy seguramente al finalizar agosto se habrán superado las carpetas de investigación iniciadas en 2020.
De acuerdo con el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, de enero a julio fueron iniciadas 13 mil 24 carpetas de investigación por el delito de narcomenudeo, mientras que a nivel nacional van iniciadas 48 mil 611; es decir que en el estado se concentra el 26% de todas las investigaciones relacionadas con la venta de droga al menudeo.
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El dato llama la atención, pues en los 12 meses de 2020 en Guanajuato fueron iniciadas 14 mil 932 investigaciones por el delito de narcomenudeo, mientras que en 2019 fueron 10 mil 330, en tanto que en todo 2018 fueron ocho mil 739 carpetas de investigación abiertas por este delito.
Esto tiene varias lecturas: que en el estado hay más consumo de drogas y por eso hay mayor venta, prueba de ello las 13 mil investigaciones que supondrían la siguiente lectura: que hubo también personas detenidas e investigadas por este ilícito, y una tercera lectura es que los grupos de la delincuencia organizada han centrado su atención en Guanajuato por esta demanda de estupefacientes que hay.
Ante esto, Sophía Huett López, titular del Secretariado Ejecutivo del Sistema Estatal de Seguridad Pública, informó que el consumo de drogas en el estado sea manifestado con mayor fuerza y es sobre todo el consumo de drogas sintéticas, las metanfetaminas y particularmente el Cristal el que más está llegando sobre todo a los jóvenes, por su bajo costo y que a la postre está causando adicciones a esta droga, considerada de las más dañinas para el cuerpo humano.
“Desafortunadamente hoy con 100 pesos prácticamente se puede consumir drogas, que lo que provoca en muchas ocasiones son hechos lamentables y hoy el narcomenudeo es el que está provocando justamente la gran cantidad de homicidios, en la búsqueda de los grupos delictivos de tener zonas controladas para la venta, zonas exclusivas y es un tema de mercado, de lucha de mercado, lucha de consumidores y en la medida de que tengamos menos consumidores, podremos hablar de que hay menos violencia”, dijo en entrevista la Secretaria Ejecutiva del Sistema Estatal de Seguridad Pública.
¿Qué provoca el cristal?
El Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas del gobierno de Estados Unidos (NIDA por sus siglas en inglés) ha catalogado a la metanfetamina como una de los estupefacientes más dañinos que hay en la actualidad.
En una publicación de NIDA se explica que esta droga provoca pérdida excesiva de peso, adicción, problemas dentales graves, comezón intensa que lleva a lesiones en la piel producidas al rascarse
Ansiedad, cambios en la estructura y el funcionamiento del cerebro, confusión, pérdida de la memoria, problemas para dormir, comportamiento violento, paranoia e incluso alucinaciones
El efecto de la metanfetamina en el cerebro es que aumenta la cantidad de dopamina, una sustancia química natural que participa en el movimiento corporal, la motivación y el refuerzo de las conductas que producen satisfacción y la capacidad de la droga es elevar con rapidez el nivel de dopamina en las áreas de recompensa del cerebro, lo que refuerza el comportamiento de consumir la droga y que hace que la persona quiera repetir la experiencia.
Por ello, Nicolás Pérez Ponce explicó que una recuperación por adicción al Cristal es más complejo y por lo general hay muchos que quedan con secuelas, que en algunos casos son permanentes, pues en algunos momentos de consumo excesivo de droga pudo haber pequeñas embolias cerebrales de la persona.
Inunda Cristal a México
El programa contra las adicciones Planet Youth, que está siendo presentado a nivel estatal municipio por municipio, contempla como prioridad el trabajo cognitivo con las personas que cuentan con una adicción, pero mientras la droga siga circulando libremente, el número de adictos a ésta podría incrementarse.
El consumo de Cristal no es privativo de Guanajuato, sino que es un fenómeno nacional y fue de 2017 a la fecha que esta droga pasó del cuarto lugar en consumo, superada por la cocaína, heroína y marihuana y ahora sólo está debajo de la marihuana, de acuerdo con datos de la Comisión Nacional contra las Adicciones.
Jalisco, Michoacán y Sinaloa, lugares considerados como principales puntos de fabricación del Cristal, son también los que mayor cantidad de adictos por esta droga y pese a ello no ha habido una estrategia que permita ya no su fabricación y venta, sino para desincentivar el consumo, pues quien se mete en esta droga o termina muerto, preso o con afectaciones graves en su cuerpo, según expuso Sophía Huett López, escenarios que se han vuelto comunes por recurrentes, pero que podrían evitarse.
