CELAYA, Gto.- Mariposas Monarcas representando el alma de los difuntos que vienen a la tierra a visitar a sus familiares, así como siete momias de cartonería que hacen referencia a las que se encuentran en el Panteón Norte, son los principales atractivos del altar de muertos colocado en el Barrio de San Juan, los cuales muestran la creatividad y el talento de Francisco Badillo, representante de dicho barrio.
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Cabe mencionar que el artesano contó con el apoyo de Don Antonio y de algunos habitantes del lugar. En entrevista, el celayense Francisco Badillo reconoció que “me gusta participar mucho en las tradiciones porque son muy bonitas. Por eso decidimos participar nuevamente en el Concurso de Altares de Muertos que organizó el municipio para no dejar morir las tradiciones.
El año pasado participamos y obtuvimos el primer lugar, en estos momentos estamos en espera de los resultados, esperamos que nos vaya bien”. Mencionó que el “plus que tiene este año el altar que colocamos en el barrio son las mariposas monarcas con cabeza de calaverita que simbolizan la llegada de los seres queridos que ya han fallecido a este mundo para visitar a sus familias en el altar. Para realizarlas tardamos cerca de dos semanas y media”.
“Después de pensar como innovar el altar, decidí que incluir momias usando de referencia las que están en el Panteón Norte sería la clave, porque son parte de la historia y, sobre todo, representativas de la ciudad. Cuando quedó todo planeado, comencé a crearlas junto con Don Antonio y algunos habitantes del barrio. Las terminamos en poco más de dos semanas aproximadamente gracias a todas las manos que nos ayudaron, las cuales incluyeron a niños que están manteniendo las tradiciones”.
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ALTAR DEDICADO A VECINOS FALLECIDOS
También indicó que el altar está dedicado a todos los vecinos del barrio que ya fallecieron y agregó que todo estuvo listo en un día y medio, es decir, comenzaron un lunes por la mañana, siguieron toda la tarde, la noche hasta que les dieron las 2:00 de la mañana. Después se fueron a descansar unas horas para regresar nuevamente a finalizar los detalles que les faltaron.
“Don Antonio y yo tuvimos mucho apoyo, la gente del barrio respondió muy bien y por eso me siento orgulloso de ellos, porque saben trabajar en equipo. También nos están apoyando, trayendo piloncillo, manzana y guayaba para preparar calabaza dulce”.
Dicha calabaza, será entregada este sábado 2 de noviembre en el atrio del Templo de San Juan. “Los invitamos a que vengan a misa de 18:00 horas y, al finalizar, quédense para degustar la calabaza de dulce, el atole, entre otras sorpresas que les vamos a tener. Aquí los esperamos”.
UN POCO DE SU HISTORIA
Por otra parte, también platicó que es originario del Barrio de San Miguel, ahí hace 25 años aprendió todo lo referente a la cartonería por parte de su padrino apodado como “El Serrano” y gracias al gran trabajo que realizó hace cuatro años lo invitaron a formar parte del Barrio de San Juan para ayudar a levantar las tradiciones, encomienda que realizó muy bien, a tal punto que, lo quieren de regreso en su barrio de origen.
Contó que su oficio es adornar los altares y las imágenes de San Juan, la Virgen de Guadalupe, San Judas Tadeo y más, también hago el escenario de las tres caídas, los carros alegóricos, los árboles de Navidad, nacimientos, altares de muertos y todo lo que le encomienden.
ALTAR Y SIMBOLISMOS
Francisco Badillo también compartió que el altar de Día de Muertos tiene raíces prehispánicas y elementos que han evolucionado con la colonización. Originalmente, se incluían elementos como el copal para ahumar en los ritos funerarios y purificar el alma del difunto, agua para saciar la sed de las ánimas, sal para protegerlas y cempasúchil, cuya flor simbolizaba el sol y su utilidad era hacer con sus pétalos senderos hacia las ofrendas.
También recordó que se utilizaban golletes, es decir, un pan crujiente cubierto de dulce que simbolizaba los cráneos de los enemigos vencidos, así como el Petate alfombra tejida de hojas de Palma, para el descanso de los muertos.
Añadió que las mariposas monarca eran vistas como heraldos de las almas y, es que, Mexicas, Mixtecas, Teotihuacanos, Toltecas y Zapotecas rendían admiración con el paso de las colonias de insectos a su zona de hibernación.
OBJETOS ADHERIDOS EN LA COLONIZACIÓN
Con la colonización, se incorporaron nuevos elementos como el pan de muerto, que simboliza los corazones de los sacrificios indígenas y las velas que iluminan el camino hacia el altar. La comida se prepara para deleitar a las almas y el papel picado representa el viento, junto con otros elementos que simbolizan agua, tierra y fuego.
Refirió que “el aserrín pintado, la cerámica, dibujos, pinturas, catrinas y algunos otros utensilios se han ido añadiendo a través del tiempo dependiendo de la región, cultura y creencia de cada lugar para realzar el colorido y belleza estética de la ofrenda”.
Finalmente, comentó que las fotografías y figuras religiosas también se añadieron, reflejando la fusión de tradiciones y la riqueza cultural de la celebración.