CELAYA, Gto.- La oficial mayor, Araceli Morales, hizo un llamado para rescatar la antigua casa de oficios ubicada en la calle Emeteria Valencia.
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Con un acto cívico y una guardia de honor encabezada por el presidente municipal, Juan Miguel Ramírez Sánchez, el gobierno municipal conmemoró el 131 Aniversario Luctuoso de Doña Emeteria Valencia, benefactora de Celaya que trabajó por la educación y el desarrollo de la niñez.
En el templo de la Tercera Orden, donde descansan los restos de Emeteria Valencia, se realizó el evento con la presencia de integrantes del Ayuntamiento, directores de las dependencias municipales, así como el anfitrión, vicario provincial Fray Raymundo Castillo.
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Se realizaron honores a la bandera acompañados de la banda de guerra de la Policía Municipal y la escolta del Instituto de Formación Policial, para posteriormente dar paso a una reseña de doña Emeteria Valencia por parte de la directora del Instituto Municipal de las Mujeres de Celaya, Alma Guadalupe Virgen Salazar.
“Fue una mujer con una visión que busca engrandecer al estado de Guanajuato, jugando un papel de suma importancia en la vida social, cultural y laboral de Celaya por su naturaleza emotiva y amable. Busca la manera de apoyar y empoderar a las mujeres por lo cual funda escuelas de beneficencia donde enseña artes y oficios, además su altruismo le lleva a financiar escuelas para los desamparados de la ciudad de Celaya, realizando la construcción de una escuela para niñas y otra para niños”, resaltó en la lectura de su biografía.
También la oficial mayor del municipio de Celaya, Aracely Morales, dirigió unas palabras en las que destacó el legado de doña Emeteria Valencia, quien nació en Salamanca, pero tuvo arraigo en Celaya, entre ellas, la que fue su casa en esta ciudad, ubicada en la calle que hoy lleva su nombre y a la cual invitó a los presentes a rescatar como patrimonio para los celayenses.
El cronista Fernando Amate apoyó la propuesta del rescate de dicho edificio para evitar que se siga deteriorando una de las obras de quien es una persona universal por su labor y legado de servicio que hizo en Celaya.
El evento concluyó con una guardia de honor y un minuto de silencio a la memoria de la benefactora de Celaya, al interior del Templo de la Tercera Orden, donde descansan sus restos.