CELAYA, Gto. (OEM-Informex).- Da mucha tristeza que se recurra a esas represalias sanguinarias, de matar a quien no tiene nada que ver, a las señoras de la tortillería, a los que murieron ahí, es muy triste, es una cobardía los que se creen valientes con las armas en las manos, son unos cobardes, aseveró el Obispo de la Diócesis de Celaya, Monseñor Benjamín Castillo Plascencia, resaltando que, los delincuentes deben convertirse, ya que Dios les pedirá cuentas.
Si somos tantos cómo nos vamos a quedar callados, son más listos los hijos de las tinieblas que los hijos de la luz, creyéndonos buenos somos atarantados, yo creo que no se vale, tenemos que entrarle todos, dijo.Monseñor Benjamín Castillo Plascencia
“Ojalá que lo piensen, ya les he dicho conviértanse Dios, porque les va a pedir cuentas. La riqueza que consiguen mal habida no les va a traer felicidad, les va a traer un daño peor que el que hacen. Dios nos agarre confesados”.
El Obispo, refirió que quien piensa a dedicarse al mal, aunque le cierren una vereda siempre encuentra una brecha más grande, indicando que considera que quienes están atrás de toda esta situación son aquellos que perdieron la ganancia del Huachicol.
Asimismo, dijo que “nos acobardamos, no hay confianza en nuestra autoridades para denunciar, pero cómo que nadie se da cuenta quiénes son los que cobran. Hace ocho días dijeron que estando fuera de un comercio vieron a unos con unas armas, pero por qué no dijeron, por qué no se fijaron en las placas”.
Comentó que se sabe y que incluso hay datos de que hay policías halcones, por tal motivo, las autoridades dejan de ser confiables y es lo que provoca todo eso. También dijo que los ciudadanos deben empezar a denunciar, a cuidar los intereses de todos, además de buscar cómo se va a recibir la denuncia garantizando el verdadero anonimato de quien lo haga.
Refirió que la autoridad debe apoyarse en el pueblo y darle garantías para que también participe. De igual forma, indicó que hay que ser inteligentes, saber cuidarse y cuidar lo de cada uno.
