CELAYA,Gto.- Muy orgullosos se sintieron los integrantes de la Asociación Mexicana de Ayuda a Niños con Cáncer (AMANC) Guanajuato, así como el equipo médico del Hospital General de Celaya, del joven Juan Carlos por haber concluido satisfactoriamente con su tratamiento, ya que, al ser declarado sobreviviente del cáncer, pudo tocar la campana de la victoria.
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Juan Carlos, a la edad de 17 años, fue diagnosticado con un tumor de células germinales. Ahora, a sus 25 años de vida, acudió junto a su familia a dar la buena noticia a los integrantes de la asociación, los médicos, enfermeras y todos aquellos voluntarios que lo acompañaron para decirles que después de siete años de tratamiento y acompañamiento, “por fin vencí al cáncer”.
El joven comentó que “ya tiene algunos años los que estuve aquí en tratamiento. Fue una estadía corta, aunque no se deja de batallar, tienen sus altas y bajas. El tratamiento no es nada ligero, sabemos que los pequeñines que están por aquí en tratamiento la han de pasar un poquito complicado. A ellos les digo que tengan mucho ánimo, es complicado, se batalla, uno siente que ya no puede más, pero tarde o temprano llega la recompensa”.
“Gracias a Dios, siete años después tengo a mi familia, puedo desarrollar mi vida laboral y personal con total normalidad. Gracias a mi familia por apoyarme, por buscar las alternativas para poder atenderme. Había momentos que se nos hacía un poquito complicado los traslados, ubicaciones y demás, pero logramos llegar al lugar correcto. Gracias a los doctores, enfermeras y a todos por hacer su mayor esfuerzo para brindar, a todos los que padecen esta enfermedad, un mejor mañana y por ayudar a que tengan una vida normal para que puedan desarrollarse libremente fuera de su padecimiento”.
A los papás los exhortó a apoyar y cuidar mucho a las niñas, niños y adolescentes que padecen cáncer, ya que los cuidados que puedan tener con ellos son fundamentales. También les dijo que es importante que sigan la dieta que les marquen, que cumplan con las indicaciones médicas que se les indiquen, ya que solo así pueden superar la enfermedad, la cual es muy dolorosa.
Al final, “podemos dejar esto como un trago amargo, podemos seguir con la vida adelante, podemos seguir desarrollándonos con salud. Gracias a la asociación, porque hacen mucho bien, principalmente para los pequeñitos que muchas veces es más complicado detectarles los malos para atenderlos, porque no saben decir o no podemos interpretar lo que nos dicen”.
Finalmente, el joven espera que todas las niñas, niños y adolescentes que padecen cáncer tengan una segunda oportunidad, para que puedan desarrollar una vida con plenitud.