CELAYA, Gto. (OEM-Informex).- Debido a las obras de rehabilitación, ya cerraron doce negocios de la calle Benito Juárez, de 5 de Mayo a boulevard Adolfo López Mateos; otros tres han considerado cerrar en los próximos días, y el resto coinciden que las ventas bajaron desde un 60 y hasta un 90%.
Entre los negocios cerrados, se encuentran La Universal que un día antes puso candado a las puertas de la casa antigua; también hay tres estacionamientos, tiendas de ropa, una escuela, un consultorio dental, un negocio de tortas, un establecimiento de corte de pelo, el consultorio de un psicólogo, entre otros.
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Los que están por cerrar, se encuentra el bazar de ropa para dama, en donde la encargada Lourdes Álvarez comentó que han puesto todo en remate, porque los dueños tienen planes de cerrar para la próxima semana, y no saben en qué trabajará después.
También la librería y un negocio de aparatos ortopédicos han contemplado la posibilidad de cerrar, todos ellos porque no es sostenible el negocio porque está el pago de la renta, la luz, los empleados y los productos.
En el restaurante de la esquina, que ofrece bufet por 70 pesos, dijo que desde el inicio de las obras bajaron las ventas en un 40%, sin embargo, según ha visto, considera que la obra va rápido, lo que le ha sorprendido.
Mirna Muñoz, del negocio de aparatos ortopédicos, dijo que sí tienen considerado cerrar el establecimiento, porque en su caso han bajado las ventas en un 90%, y no pueden pagar la renta, los servicios de luz y agua.
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Reconoció que el municipio pasó a ofrecerles un préstamo, pero la respuesta fue “con qué se paga un préstamo, si no hay ventas; eso, de nada me sirve, al contrario, sólo me endeuda”, explicó.
También, en la panadería, las ventas bajaron en un 50%, y la encargada, Karla Itzel Rangel, comentó que sí tienen pensado cerrar, pero esperarán para la próxima semana, dependiendo de cómo van las ventas.
La joven Claudia, de la Librería, expuso que no pueden cerrar, porque después de qué comen, y explicó que en su caso sí han bajado las ventas de un 80 a un 90%.
El encargado de jugos y tortas, Julián, comentó que a pesar de que las ventas bajaron en un 50%, no piensa cerrar porque es lo que sostiene a la familia.
El restaurante de la casa angosta, que tiene 80 años de tradición familiar como comerciantes, la encargada Eugenia Centeno comentó molesta que sus ventas bajaron en un 80 %, y consideró que es una fregadera lo que están haciendo, porque los proveedores tienen que entregar la mercancía en la esquina, y no sólo de su negocio, sino el de todos.
“No podemos cerrar porque peor nos iría, pues tenemos que pagar la renta, la luz, el agua, a los empleados, todo. Estamos cansadas de tanta obra que nos han fregado”, concluyó un poco más desahogada, pero sin resignarse.
