CELAYA, Gto.- La parroquia y el templo de la Virgen del Carmen, ubicados en la colonia Vallehermoso y el centro de la ciudad, respectivamente, recibieron a cientos de fieles católicos para celebrar a la Virgen del Monte Carmelo. Durante su mensaje, Monseñor Víctor Alejandro Aguilar Ledesma, Obispo de la Diócesis de Celaya, invitó a las personas a que se cubran con el escapulario y a que se revistan de las virtudes de la madre de Dios para “no ir al infierno, para cambiar nuestra vida y, por ende, a nuestra sociedad tan dolida por la violencia”.
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Al mediodía, fieles de la Parroquia de Nuestra Señora del Carmen se congregaron para participar en la sagrada eucaristía, la cual fue concelebrada y presidida por Monseñor Aguilar Ledesma, quien destacó el papel de la Virgen María para la conversión de las personas. “Si vamos a entrarle a la salvación, vamos a entrarle enserio, cambiando nuestra forma de vida, dejando de ser malos, más bien hay que revestirnos en las virtudes de Jesús y de la Virgen”.
Comentó que actualmente, los fieles han dejado a un lado el poner a Dios en el centro del corazón y la vida, por lo que, al ponerse el ser humano como lo más importante es que existe el caos.
“Ahora ya no existe la verdad absoluta que es Dios, la única verdad es la de tu ego y tus deseos, ese es el gran problema hoy, porque lo más importante es lo que más quieres, lo que tú deseas y lo que tú necesitas, por eso hay muchos problemas y desorden en la sociedad, en la Iglesia, en los trabajos, en todos lados porque todos quieren hacer lo que quieren y no lo que Dios quiere”.
Mencionó que cuando una persona se pone el escapulario, debe ponerse en actitud de disposición y obedecer a Dios y a la Virgen María que dice que hagan lo que Jesús les dice. Añadió que, especialmente, a los seres queridos deben aprender a tratarlos con dignidad, con amor y respeto, porque generalmente es con ello con quienes despotrican y se desahogan de las frustraciones que otros les causaron, lo cual no es correcto, ya que lo que deben hacer es acercarse Dios para que les ayude a sobrellevar las adversidades.
Al finalizar la misa, los fieles, el obispo y los sacerdotes participaron en un convivio para festejar a la Virgen del Carmen. Por otra parte, en el centro de la ciudad el Templo del Carmen también congregó a cientos de fieles católicos, quienes participaron en la misa y pasaron por debajo del manto protector de la Virgen.
Al salir, más de 40 comerciantes de alimentos, aguas frescas, postres, artículos religiosos, bisutería, cartonería, juegos de canicas, de aros, mecánicos, entre otros, fueron colocados en la zona y, a pesar de que la calle Francisco I. Madero y El Carmen se encontraban cerrados, no se observó congestionamiento vial.