SALVATIERRA, Gto. (OEM-Informex).- Desde 1644, año en que llegaron los frailes carmelitas a Salvatierra, se celebra en el municipio a la Virgen del Monte Carmelo y desde entonces, la fe de los salvaterreses hacia esta advocación de María ha ido creciendo; es el caso de Maribel Núñez, quien durante cinco años ha vestido el hábito de la Virgen del Carmen como agradecimiento a los favores recibidos. Al igual que ella, decenas de personas usan este “escapulario”.
Maribel dice que la fe hacia la Virgen se la inculcaron sus padres, sobre todo después de que con solo dos meses de edad enfermó de tosferina y fue encomendada a la Virgen del Carmen; luego de sanar, vistió por primera vez el hábito cuando tenía seis años.
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Hoy, a sus 47 años de vida, lleva cinco con la vestimenta de los carmelitas, pues la Virgen le ha concedido algunos milagros y peticiones, principalmente en cuestión de salud. “En esta ocasión estoy portando el hábito cumpliendo con una manda, debido a que le pedí a la Virgen que mi padre saliera bien de la operación que le realizaron en las cervicales”, comentó.
Y dijo que espera vestir el hábito durante el mes de julio en los próximos años, sin necesidad de que sea por alguna manda, sino por tradición y fe hacia la Virgen del Carmen.
Por otro lado, Esther González también es una fiel devota de la Virgen del Monte Carmelo, y desde hace tres años viste el hábito, luego de recibir el milagro de salir con vida de una cirugía.
“Yo tenía un tumor en el abdomen, el cual iba creciendo lentamente y mi vida corría peligro, por lo que me encomendé a la Virgen del Carmen desde ese momento para mantenerme con vida, y el día de mi operación prometí que si todo salía bien utilizaría el hábito año con año durante todo el mes de julio”, dijo la señora Esther
LLEGARON LOS CARMELITAS EN 1644
El cronista de la ciudad Miguel Alejo relató que la orden mundial de los Carmelitas descalzos llegaron a Salvatierra en el año de 1644, mismo año en que se levantó el acta de Salvatierra como la primera ciudad de Guanajuato, hospedándose en la casa del alguacil mayor, don Agustín Carranza y Salcedo, realizando por primera vez la fiesta de la Virgen del Carmen de manera sencilla, en el mismo año en que Salvatierra fue nombrada como ciudad.
En el año de 1645 se hizo una pequeña capilla y posteriormente el convento, mencionando que para ellos la Virgen del Carmen es un ícono y con ella el escapulario, por lo que no pueden estar sin él.
EL ESCAPULARIO ES UN SIMBOLO
“El escapulario es el símbolo de las terceras órdenes, recordando que la Virgen lo entregó a San Simón diciéndole que quien trajera el escapulario en el momento de su muerte ella bajaría al purgatorio a sacarlo al siguiente sábado de su fallecimiento”, dijo Miguel Alejo.
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Asimismo enfatizó que hay dos tradiciones exclusivas del municipio de Salvatierra con referencia al festejo de la Virgen del Carmen, siendo la primera el festejo del 16 de julio y la otra que desde aproximadamente 100 años las peregrinaciones se otorgan a los tablajeros y la fiesta de la octava, que es el 23 de julio, le toca a los panaderos, siendo ya una tradición.
EL CONVENTO, ÚLTIMA OBRA DE FRAY ANDRES DE SAN MIGUEL
Por otro lado la encargada del archivo histórico, Rosario Orozco, dijo que el convento de la Virgen del Carmen, fue la última obra realizada del arquitecto Fray Andrés de San Miguel, quien murió en esa construcción en el año de 1652, donde se encuentra sepultado en la cripta de la capilla del Niño de Praga.
Asimismo mencionó que el complejo ha sufrido varias y serias intervenciones, ya que durante su larga historia ha servido como bodega, cárcel, escuela, oficinas de gobierno, central de comercios, sala de exposición y demás, por lo que las adaptaciones que se han hecho para ser utilizada han sido variadas, y por supuesto, han afectado en la estructura original.