CELAYA, Gto.- A petición del Papa Francisco, este domingo se celebró la “IV Jornada Mundial de los Abuelos y Adultos Mayores. En la vejez no me abandones” y, durante su mensaje, Monseñor Víctor Alejandro Aguilar Ledesma, Obispo de la Diócesis de Celaya, pidió a la ciudadanía a no abandonarlos, a convivir con ellos en familia, aprovechar la experiencia que tienen de la vida y, sobre todo, a no romper las generaciones.
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El obispo mencionó que “una de las cosas que nos pide el Papa Francisco es que no los abandonemos. Muchas veces el abuelito sale sobrando en las casas, en las familias ya no cabe, por ejemplo, la idea de la eutanasia es convencer con una falsa piedad de deshacerse de él, que porque está enfermo, otra es aprovecharse del pobre abuelito para sacarle su pensión, creo que tampoco se vale y, la tercera llevarlos a los asilos, yo creo que si él educó y crió a sus hijos y tuvo tiempo para tener dos, tres hijos u ocho, los que hayan sido, no es posible que los ocho no pueden cuidar a sus padres o a sus abuelitos”.
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“Nos falta humanidad, el Papa Francisco nos pide no abandonar a los abuelos, digámosle abuelitos, no hay ninguna idea peyorativa decirles abuelitos, decir adultos mayores es algo más ambiguo, tiene más cariño, más ternura es más de ambiente familiar decirle abuelito, abuelita, que decir felicidades adulto mayor, hay que decirles felicidades abuelito y abuelita”.
Monseñor Aguilar Ledesma, pidió a las familias aprovechar la experiencia que tienen, que platiquen con ellos y, sobre todo, que no rompan las generaciones, es decir, que los papás lleven a sus hijos a conocer a sus abuelos para que se conozcan, dialoguen, aprendan de ellos y sus experiencias, ya que solo así es cómo se evitará que la estructura social se rompa.
Por otra parte, a las 12:00 horas los adultos mayores y sus familias se dieron cita en Sagrario Catedral para participar en la Sagrada Eucaristía que se ofició por ellos. Al finalizar, se les entregó un souvenir que incluía un llavero, una oración, unos dulces, un folleto con el mensaje del Papa Francisco con el tema de la jornada y, en el caso de las mujeres les agregaron una rosa. Posteriormente y, de manera sorpresiva, llegó el mariachi para cantarles las mañanitas, entre otras canciones que les hicieron recordar los viejos tiempos. Al salir del templo, los adultos mayores dijeron sentirse contentos por la celebración que hicieron en su honor.