CELAYA, Gto.- (OEM-Informex).- Con la presencia de 30 sacerdotes el Obispo de la Diócesis de Celaya, Monseñor Benjamín Castillo Plascencia, concelebró la misa de acción de gracias por su cumpleaños número 75, en Sagrario Catedral en punto de las 13:00 horas.
El obispo mencionó en exclusiva para El Sol del Bajío, que cuando era niño jamás se imaginó que llegaría a ser obispo y que su vocación la descubrió desde pequeño, ya que viene de una familia de sacerdotes, entre los que se encuentran dos de sus tíos, su hermano mayor, quien también cumplió años ayer y actualmente dos sobrinos.
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Refirió que uno de los principales retos que tiene la Diócesis es la evangelización, la pandemia y sobre todo la violencia.
Al llegar a la Diócesis de Celaya la encontró trabajando en el ‘Plan Orgánico’, que el anterior obispo Lázaro Pérez Jiménez, dejó listo y que a él le tocó presentar, destacando que “encontré a una diócesis y a un equipo trabajando”.
Comentó que la evangelización, la pandemia y la violencia, son los principales retos a los que se enfrenta actualmente la Diócesis de Celaya e indicó que en esta zona se tiene un pueblo evangelizado con raíces muy profundas de fe, de costumbres ligadas a esa fe, pero ahora con la crisis que hay, la postmodernidad, la pandemia, junto con la violencia, urge una profunda evangelización.
“El reto siempre va a ser la evangelización, pero en la Diócesis de Celaya urge una profunda evangelización debido a la violencia, somos cristianos, muchos bautizados. Lo hemos comentado muchas veces, en un pueblo tan cristiano como nos decimos hay tanto crimen, tanta pobreza, desinterés por los más pobres, eso es lo que hace falta, más evangelización y conformar nuestra vida con el Evangelio de Cristo, y eso es una tarea permanente”.
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Mencionó que la pandemia también ha sido un reto, ya que mucha gente no respeta las medidas de sanidad y, por lo tanto, hay riesgo de que se registren mayores contagios.
PRESENTÓ SU CARTA RENUNCIA
Por otra parte, el obispo dio a conocer que ya entregó su carta de renuncia, por lo que la recibieron ayer u hoy más tardar, dependiendo de los servicios postales o paquetería. Explicó que el documento refiere que:
“Ya cumplí, conforme a lo que nos pide derecho, mi renuncia para que haya quién me supla, no es esta una despedida, aún seguiré trabajando hasta que manden a otro obispo, por lo pronto sigo siendo el obispo. Si me convierto en administrador voy a preparar la toma de posesión del que sigue, mientras tanto aquí sigo”.
Monseñor Benjamín Castillo Plascencia, nació en 1945 en Ixtlahuacan del Río, Jalisco; es el segundo de nueve hermanos. Estudió la primaria en el barrio de Santa Teresita Jalisco y fue ahí que descubrió su vocación.
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En 1959 ingresó al Seminario Diocesano de Guadalajara y luego realizó su año de servicio o magisterio en Lagos de Moreno, Jalisco; en el instituto Laguense de los hermanos Lasallistas; el 14 de abril de 1973, se le confirió el diaconado, en la Iglesia catedral de Guadalajara, por el ministerio del Cardenal José Salazar López, y fue destinado a Tula, Hidalgo.
El 14 de abril de 1974 fue ordenado sacerdote; el día 8 de febrero de 2003, San Juan Pablo II, lo designa como XII Obispo de la Diócesis de Tabasco, siendo Nuncio Apostólico en México Mons. Giuseppe Bertello. Finalmente, el 29 de abril de 2010, se convierte en obispo de la Diócesis de Celaya.