CELAYA, Gto. (OEM-Informex).- Envuelta en tradición e historia se desenvuelve una de las festividades más conocidas en Celaya, que es la de San Juan Bautista o mejor dicho por los habitantes de la comunidad de San Juan de la Vega, San Juan de los Barrios, la cual inicia cuatro días antes del martes de carnaval e inicio de pascua, teniendo en total cinco días de festejo.

➡️Suscríbete a nuestra edición digital

Las Festividades de Carnaval en honor a San Juanito de los Barrios, es un relato histórico y recreación de acontecimientos de la región, que se entrelazan desde épocas prehispánicas, guerra chichimeca, colonial, independencia, revolución y el toque de la modernidad, enriqueciendo el legado cultural, un gran tesoro que se resguarda desde épocas ancestrales a través de los usos y costumbres de los pueblos originarios.

Es conocida no solo en Celaya y Guanajuato, sino de manera internacional, pues es de dar a conocer que gente de muchos países llegan a este lugar para documentar esta tradición, pero ¿sabes la verdadera historia de esta festividad?.

➡️ Ley seca en día de carnaval en San Juan de la Vega

Pues aquí te la contamos, es de señalar que entre narraciones que han pasado de generación en generación, se cuenta que Juan Aquino de la Vega, precursor de la festividad, participó significativamente en la fundación del antigüe pueblo de San Juan Baptizta Botho-ho, acompañado por el conde Jaral de Berrio y autoridades de aquellos tiempos de la provincia michoacana, colocó una cruz como representación de la primera piedra, cinco metros al oriente y la misma distancia al occidente de la iglesia.

Juan Aquino de la Vega devoto a San Juan Bautista prometió hacerle una fiesta cada año por haberle concedido el milagro de recuperar el oro que le habían robado, una noche que salía a bordo de su burro y con dirección a la ciudad de Querétaro con sus lingotes de oro y plata, como parte de la promesa, la imagen de San Juan visitaría las casas de la comunidad, dando origen a los mayordomos de la fiesta y las velaciones de SAN JUANITO DE LOS BARRIOS, como se le conoce de cariño por ser de la comunidad que conforman sus seis Barrios.

Estos son nombrados como La Purísima, San Antonio, Santa Cruz, San Juan, San Cristóbal, San Marcos, hoy en día se recrean este y varios pasajes de la historia durante los cinco días de festividad previos al miércoles de ceniza.

Iniciando el día viernes de carnaval, con la velación de apertura y petición del permiso a los ancestros para llevar un año más la nueva cuenta de la festividad. El día, Sábado de Carnaval, en el antiguo sistema de cargos entre los usos y costumbres de los pueblos originarios, era la forma de gobernar y administrar la vida diaria y religiosa de las comunidades indígenas, es por eso que este día es dedicada a los Tenanches, encargados del Estandarte de Mando, y el Sahumador, encargados de las asistencias religiosas asistidas por los frailes franciscanos.

Este día, es de los cargos más grandes de la festividad, se reúnen por la tarde los tenanches salientes y entrantes en sus respectivas capillas, entregando la fruta y el dulce por parte de los entrantes, y el parande y atole por parte de los cargueros salientes y el primer tradicional recorrido de sombreros desde el hogar de los mayordomos entrantes a la capilla actual de San Juanito, seguido por la velación durante toda la noche, entre cantos y alabanzas esperando que amanezca para comenzar la danza.

El domingo de Carnaval, Cargos de Mayordomías y Diputados; el mayordomo saliente ofrece su misa de acción de gracias a medio día en la parroquia del pueblo, por la tarde ofrece una comida a todos sus cargueros y la comunidad, el mayordomo entrante entrega la fruta y el dulce y "el borrego", así como el mayordomo con sus cargueros entrega los parandes de pan y cucharilla con el atole y el guajolote, continuando por la noche con la danza de despedida en la parroquia del pueblo, y con esta el final de su mayordomía.

Quedando la sede vacante, por lo que la artillería y caballería del Señor San Juan, le toca el resguardo y custodia de la imagen, quedando a cargo del rey, gobernador y regidores, para realizar la transición y el nuevo mandato de una nueva mayordomía, así mismo por la tarde se realiza la celebración de misa de despedida del rey y gobernador y diputados salientes y por la noche su velación de despedida.

Con esto llega el lunes de Carnaval, en donde al medio día, el rey, gobernador y diputados se reúnen en sus respectivas capillas para realizar el cambio de cargo, entregando la fruta y el dulce, el rey entrante con sus cargueros y el rey saliente los parandas con el atole, y el último recorrido de sombreros.

Para llevar a cabo la transición bajo su custodia el cambio de mayordomía, iniciando en funciones a las 6 de la tarde la nueva mayordomía con la celebración de misa en la parroquia del pueblo y su primer velación.

El último día de festejo es el martes de carnaval, en este día se recrean y representan hechos y relatos de los antepasados que han dado toque único y colorido a esta festividad, como con la llegada de los burritos de las comunidades entre las que destacan, Los Galvanes y Los Capulines, dando el toque único del pueblo, diferenciándose de los otros carnavales y de los pocos en el estado de Guanajuato.

Este da inicio a la media noche, con las 12 ofrendas a las ánimas herederas de estas devociones, pidiendo a Dios el permiso y la bendición por el año que inicia esta nueva mayordomía, continuando con el tendido de la mesa, exaltando el resplandor del Santísimo Sacramento en el altar, para continuar con el santo rosario y elaboración de los bastones que se entregarán durante el recorrido de madrugada por las capillas de indios, centros de adoración familiar y calvarios de todo el pueblo, hasta los primeros rayos del sol, donde se separan la artillería replegándose en sus cuarteles los arrieros y ladrones para escenificar el robo durante la madrugada que dio origen a la festividad.

Por la mañana inicia la banda con la llegada del nuevo mayordomo a casa del mayordomo saliente para recibir las reliquias y pertenencias de San Juanito, mientras que los devotos de todas las edades comienzan a danzar en agradecimiento de las mandas y favores recibidos durante el año.

Al medio día se inicia la despedida de la mayordomía saliente, para iniciar con el recorrido de San Juanito a su nuevo hogar, sin faltar las tradicionales 3 vueltas en el jardín, la representación de "el Agarre" y el magno recibimiento por parte de la nueva capilla, con el colorido de sus calles, las danzas, los platillos típicos ofrecidos por los devotos a los asistentes, en una gran convivencia al ritmo de la banda de viento en una gran verbena popular.

Es ahí donde comienza lo impactante de esta festividad como lo es el tronar de petardos, que prácticamente representan el sonar de las balas al momento de que los arrieros lograron recuperar el oro, es importante señalar que en el pasado la simulación del sonido de las balas se hacía con pequeños carrizos que almacenaban azufre y clorato, material que al tener contacto con los pequeños marros tronaban, pero no con la magnitud como los que actualmente se realizan.

Es de señalar que con el paso de los años se ha ido modificando esta parte, sin embargo los habitantes señalan que lo importante es vivir la traición por completo, conocerla y ejercerla como es así como con sus debidas medidas de seguridad, pues aseguran que en la actualidad llegan personajes de muchos municipios y hasta países.

En esta festividad se esperan más de 2000 personas entre participantes y espectadores, asimismo se realiza el apoyo y operativo por parte de las autoridades con la asistencia de Policía Municipal, Fuerzas de Seguridad Pública del Estado, elementos de Protección Civil y Bomberos, Transito y Policía Vial, Fiscalización y Cruz Roja.

Los organizadores y habitantes señalaron lo siguiente:

Porque nuestro carnaval es maravilloso, cuidemos nuestra comunidad y nuestra gente que acude al carnaval para vivirlo con alegría en sus recorridos, desde nuestros hogares invitemos a participar con devoción, unidad y mucho respeto de esta gran la tradición heredada por nuestros ancestros, vistiendo trajes típicos de la épocas, recobrando la tradición en homenaje a la memoria de nuestros ancestros que han tenido a bien de transmitir estos relatos de generación en generación hasta nuestros días.