CELAYA, Gto.- (OEM-Informex).- Más allá de la estrategia contra el robo del combustible, la táctica particular llevada a cabo en el plan contra el robo del hidrocarburo que el gobierno federal implementó en el país, en la que se determinó el cierre de los ductos en la distribución del combustible, no fue la adecuada, ya que primero se tuvo que realizar un análisis de daños y una medición de riesgos, según lo indicó el presidente de la Comisión de Desarrollo Económico y Turismo, Mauricio Hernández Mendoza.
Me parece que cualquier táctica o acción estratégica, que se debió de implementar, tuvo que haber tenido previamente un análisis de control de daños, un análisis de medición de riesgos, y en ese sentido, haber tenido planes alternativos de respuesta y reacción, me parece que ahí es donde falló el gobierno federalMauricio Hernández Mendoza.
Puntualizó, que el combate al robo contra el combustible nadie lo puede cuestionar, ni puede escatimar el apoyo que el gobierno federal requiere para combatir este grave problema que enfrenta todo el país.
Explicó que la gasolina es uno de los productos con los que inician las cadenas de valor y las cadenas productivas, las cuales son las que más se utilizan para trasladar las mercancías y todo aquello que requiere de logística, mismo que equivale al 100% de la planta productiva de un país que requiere combustible.
Se puede empezar a comprometer la productividad y la eficiencia de todas las cadenas de valor del sistema productivo, empezaremos a tener problemas logísticos que van a empezar a llevar problemas en la productividad de las plantas y posteriormente problemas en la producción
Mauricio Hernández Mendoza.
“Pudiéramos esperar que en este primer trimestre del año se resintiera el Producto Interno Bruto (PIB), en los estados que tenemos desabasto, mostrando una desaceleración en el mejor de los casos o si esto continúa y se profundiza, incluso una recesión económica”.
De igual forma, mencionó que la escasez genera crecimiento en los precios, y al carecer de gasolina, no precisamente en las bombas oficiales, sino en los puntos clandestinos de venta de gasolina, el precio de combustible aumenta.
Dijo que quien se abastece en dichos puntos de manera ilegal, tendrá un crecimiento en sus costos de producción que finalmente terminarán reflejándose en un crecimiento en los precios de los bienes y servicios al consumidor, por lo que se puede esperar un efecto negativo en términos de inflación.