CELAYA, Gto. (OEM-Informex).- “No creo que un nuevo cereso resuelva los problemas de los estados”, mencionó Monseñor Víctor Alejandro Aguilar Ledesma, Obispo de la Diócesis de Celaya, ya que dijo, “el aumentar el número de penales habla de una fuerte descomposición social que debe ser atendida de inmediato”, sin embargo, reconoció que es importante que, si se tienen los reclusorios en hacinamiento, buscar resolver la situación para que los reos tengan un lugar digno para rehabilitarse e integrarse a la sociedad cuando salgan.
Ante la noticia de la construcción de un nuevo cereso para Celaya, el Obispo mencionó que aunque las personas estén recluidas, tienen derecho a tener un lugar digno para purgar sus penas, para no contraer enfermedades, tener espacio para dormir, realizar actividades y no generar más violencia.
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“En Guanajuato hay bastantes lugares que están rebasados en su capacidad, y sí se necesitan, sin embargo, creo que es importante tener mejores centros de rehabilitación, porque el aumentar el número de penales habla de una fuerte descomposición social por delitos de ordenes federal, civil, fuero común, entre otros, que debe ser atendida de inmediato, porque no creo que un nuevo cereso resuelva los problemas de los estados”.
MÁS QUE REFORMAS PENALES PARA ADOLESCENTES SE NECESITA RESOLVER LAS CAUSAS
Sobre que el Congreso del Estado revise el Código Penal en materia de adolescentes, Aguilar Ledesma mencionó que no basta un castigo mayor, “el problema no está en el castigo mismo, sino en que detrás de esos jóvenes hay historias difíciles de vida, tenemos que conocer qué lo llevó a eso, quién lo cuida”.
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“Hacen falta políticas familiares de prevención con los jóvenes en el tema de adicciones, no necesitamos que los políticos les digan que las drogas son lúdicas, no es diversión drogarse, maldecimos los efectos y maldecimos las causas, si permites que los jóvenes se diviertan con ciertas sustancias, tú mismo lo estás descomponiendo y al final terminamos viviendo en una sociedad media falsa”.
Refirió que este tema es muy delicado, es por ello que considera importante que la sociedad, los gobiernos y organizaciones intervengan de manera inteligente, responsable, generosa y con un verdadero deseo de ayudar.
“Necesitamos que se tome en serio la rehabilitación, porque con ceresos, reformas y leyes no basta, se necesita de todos, de una buena educación y de la familia para recomponer el tejido social que tanta falta hace. La gente está delinquiendo porque no tiene valores, la maldad del hombre y su perversidad se manifiesta en muchas cosas, desde los de cuello blanco, hasta los del crimen organizado, creo que es muy importante pasar del discurso a la acción ya”.
Espera que tanto el gobierno como la sociedad comiencen a trabajar de forma sincera por los adolescentes y jóvenes, empezando por la familia para entender las causas que los ha llevado a delinquir y poder dar una solución adecuada.