CELAYA, Gto.- Ante el aumento de las necesidades de los fieles, la demanda de sacerdotes también incrementa, por tal motivo, Monseñor Víctor Alejandro Aguilar Ledesma, Obispo de la Diócesis de Celaya, informó que en el marco de las próximas ordenaciones sacerdotales que se llevarán a cabo el próximo 22 de agosto en la parroquia dedicada al Sagrado Corazón y a San Andrés Apóstol en Apaseo el Alto, se realizó una Jornada Vocacional en dicha ciudad, con el propósito de animar a los jóvenes a seguir la vocación sacerdotal y religiosa, por el bien de la sociedad que tanto necesita, de manera especial, ayuda espiritual en estos momentos de crisis.
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Durante la jornada, dijo, se promovió la cultura vocacional “para que los jóvenes, hombres y mujeres, se inquieten por la vida consagrada”, por tal motivo, se colocó una expo en el Jardín Principal de Apaseo, para que conocieran más sobre el tema. Al finalizar la jornada, Monseñor Aguilar Ledesma presidió la sagrada eucaristía, en la cual confirmó a un pequeño grupo de adultos y jóvenes.
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La misa fue concelebrada por el señor cura, el padre Manlio Nahúm Flores; el padre Tadeo Antonio Morales, decano; el padre Omar Sánchez, encargado de vocaciones; el padre Daniel Huerta, párroco de San Juan Bautista en Apaseo el Grande y; los padres vicarios Antonio Rojas y Benito Medrano.
Por otra parte, comentó que la gente demanda mucho la presencia de sacerdotes para realizar actividades o servicios, tal y como, dirección espiritual para sobrellevar las crisis que se viven en la sociedad, misas, confesiones, visitas a los enfermos y más, por lo que, no se dan abasto.
“Hay parroquias con 46 comunidades que atender y todas quieren misa, tienen enfermos. Aunque algunos dicen que ha bajado el número de católicos, pero no lo vemos así, más bien han aumentado el número de habitantes, entonces, si la diócesis tiene más o menos un millón 600 mil habitantes, de esos el 90% son católicos. Ese millón y tantos divídelos entre los 210 padres diocesanos y 43 religiosos de los 11 municipios que lo conforman, ahí se darán cuenta que no nos damos abasto”.
“Necesitamos entender que la pastoral vocacional es una tarea de todos, estamos comprometidos con ellas, tenemos que rezar, proponer, acompañar a los jóvenes, proponerles esta vocación como un servicio, porque a lo mejor algunos no la conocen o nunca les han dicho, otros a lo mejor les hace falta que les llegue información. Hay que informar, hay que proponer, tenemos que acompañar a los jóvenes y que en las mismas familias se hable de la formación sacerdotal”.
Para concluir, pidió a las familias a ser las principales promotoras de la vocación con el ejemplo y la enseñanza y, es que, aseguró que ha conocido casos en que la misma familia es la que habla mal de la Iglesia, por tal motivo, “yo les digo que si en la casa se habla mal del matrimonio, de la Iglesia, a los jóvenes no se les va a antojar ni casarse, ni ir a la Iglesia, ni nada, por eso necesitamos que las mismas familias sean semilleros de vocaciones a la vida sacerdotal, religiosa y matrimonial”.