CELAYA, Gto.- (OEM-Informex).- El historiador Alejandro Osorio denunció que ayer por la mañana el kiosco de la Alameda amaneció todo pintarrajeado, agrediendo no sólo un símbolo de identidad de la población de la ciudad, sino un ícono de la arquitectura de Celaya, ya que es la única obra en el estado de Guanajuato construido con arte mudéjar.

Por su parte, tanto el encargado del Kiosco del Arte de la Alameda Central Hidalgo, la Asociación Plástica Celayense y Rafael Monroy, ya presentaron evidencias ante el municipio, con el fin de que se deslinden responsabilidades.

El encargado de Parques y Jardines de la Alameda Central, Antonio Rodríguez, informó que desde las primeras horas se tomaron fotografías para contar con toda evidencia, y enviarla al titular de la Dirección de Servicios Municipales, con el fin de que se puedan establecer medidas para intensificar la vigilancia o bien, para pintar las cinco cortinas y limpiar el piso de la entrada del kiosco, que también fue grafiteado.

Antonio Rodríguez denunció que el vandalismo también ha afectado a los encargados de limpieza y cuidado de las áreas verdes de la Alameda, ya que les han robado escobas, tijeras para cortar ramas, palas y otros artículos que utilizan diariamente para mantener bien conservado el jardín de la zona.

El historiador Alejandro Osorio comentó que el Kiosco de la Alameda es único en el estado, porque no existe otra obra completa con el estilo español con influencia de los moros, llamado Mudéjar.

Detalló que sólo media torre del templo de San Agustín tiene este estilo, pero no es todo el edificio, porque, explicó, hubo un tiempo en que el gobierno suspendió la construcción de todas las torres de iglesias, porque ningún templo podía ser más alto que los edificios del gobierno, y por tal motivo muchas torres quedaron a medias, como San Felipe Torres Mochas, por mencionar algunas.

Lamentó la atrocidad contra un monumento histórico, ícono de la cultura plástica de Celaya y de la comunidad celayense, no sólo que vive en la zona, sino que visita frecuentemente un paisaje urbano en donde hay armonía entre la vegetación y los edificios.

Dijo que por la mañana de ayer amaneció el edificio todo pintado, incluso hay grafitis en el piso, a la entrada del kiosco, lo que resulta una ofensa no sólo a la cultura de los celayenses, sino también a un punto de reunión que ha inspirado por muchos años la identidad de los celayenses.

Por último, invitó a las autoridades a que haya una mayor vigilancia, pero también a que se resane el inmueble, para cubrir la ofensa de una subcultura que no ha sabido respetar un edificio antiguo, que también forma parte de su historia.