CELAYA, Gto. (OEM-Informex).- Mientras no se afronte con verdaderas estrategias a la delincuencia, los delitos como las extorsiones, secuestros, robos, el trasiego y la venta de droga, entre otros, seguirán incrementando no solo en la ciudad, sino en el país, aseguró Monseñor Víctor Alejandro Aguilar Ledesma, Obispo de la Diócesis de Celaya, quien agregó que, la propuesta que hizo Alfonso Durazo al gobierno federal sobre que las armas decomisadas al crimen organizado sean proporcionadas a las policías municipales no es la solución para garantizar la seguridad de los ciudadanos.
El Obispo lamentó la inseguridad que se vive en el país y en el mundo a causa de los cárteles y la delincuencia organizada, los cuales “no viven de la Divina Providencia”, sino que obtienen sus recursos económicos a través de la extorsión, el secuestro, el trasiego y venta de drogas.
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Mencionó que, de manera coordinada, los tres órdenes de gobierno deben afrontar esta situación con verdaderas estrategias, con derecho y justicia para que se solucione. Indicó que la Guardia Nacional ha ayudado a inhibir un poco la delincuencia común como los robos y asaltos, pero realmente no se ha enfrentado el problema y no se hará aunque se les aumente el sueldo a los soldados para que no se desanimen.
“Con discursos, palabras y buena voluntad no se resuelven los problemas, se necesita inteligencia, estrategias, colaboración de todos. Lo que al gobierno le toca es procurar la seguridad de la sociedad”.
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Por otra parte, al preguntarle si considera que es una buena estrategia lo propuesto por Alfonso Durazo, sobre el dar las armas que fueron decomisadas al crimen organizado a los policías para que las utilicen en la seguridad de los ciudadanos, el Obispo aseguró que esa tampoco es la solución, porque el hecho de que todos tuvieran un arma, no garantiza que haya paz, sino que hace que se desconfíe de todos.
“Lo que dijo nuestro Señor fue: Ámense los unos a los otros, no ármense los unos contra los otros. La estrategia no es repartir armas, estoy convencido que repartirlas entre todos, para defendernos todos entre todos no es la solución, tendrá que buscarse la forma de que se capacite más a los elementos de tránsito, de vialidad, procurar que a quienes les toca la seguridad realicen lo que les toque en la sociedad”.
“Es decir, al tránsito no le toca hacer labores de policía, y tampoco con una pistola realizar su trabajo de vialidad o presionar para tener el orden vial, el policía sí tiene que estar armado porque su trabajo es de seguridad, buscar al delincuente, es distinto al de vialidad y tránsito”.
Refirió que la solución no es que se les dé un arma, además de a los policías, a los tránsitos, porque luego se querrá armar al jefe de bomberos, al delegado o jefe de colonia, y al final todo México estará armado y no se resolverá el tema de seguridad.
