CELAYA, Gto.- Como parte del Día Dorado y para conmemorar el Día del Padre, la Asociación Mexicana de Ayuda a Niños con Cáncer (AMANC) Guanajuato, presentó la historia de Omar Juárez Molina, quien es papá de Omar Manuel de 9 años que fue diagnosticado con leucemia linfoblástica aguda y, a pesar de las contrariedades, confía en Dios para que el estado de salud de su hijo siga mejorando.
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Juárez Molina, aunque no precisó cuánto tiempo duró el tratamiento, aseguró que su hijo ya se encuentra en proceso de vigilancia. Recordó que debido a la gravedad del diagnóstico, les fue muy difícil sobrellevar la situación, sin embargo, se siente esperanzado de que las cosas mejorarán, porque los resultados de los últimos estudios fueron favorables, por lo que, “vamos en buen proceso”.
Explicó que hace algunos años fueron a una cita al médico “ahí fue donde detectaron que su color de piel estaba un poco pálido, se enfocaron en eso, en realizarle estudios de sangre, no fue únicamente uno fueron varios para corroborar y ahí salió que los niveles de sangre que tenía eran muy bajos, de ahí para adelante fueron estudios tras otros para estar convencidos del diagnóstico, se los hicieron y de ahí en adelante nos mandaron para acá para comenzar con el tratamiento”.
Indicó que el diagnóstico fue muy duro de aceptar, pero confiaron en la voluntad de Dios para poder salir adelante. “Lo más importante fue aceptar y dejar las cosas como son y dejarle las cosas a Dios, nos ponemos en manos de Dios y a ver qué es lo que va resultando”.
También mencionó que el trato que han recibido de AMANC, de los doctores y las enfermeras del Hospital General de Celaya ha sido muy buena. En estos momentos, dijo, siente un gran alivio porque su hijo va mejorando, “ya está en vigilancia y hasta ahorita seguimos viendo qué es lo que va surgiendo, es una emoción grande el que vaya saliendo adelante con ayuda de los médicos, es excelente”.
Para concluir, mandó un mensaje a los papás que puedan estar pasando por esta situación para decirles que “todo saldrá bien poniéndose en las manos de Dios y los médicos, echándole ganas, no se preocupen, todo sale como Dios quiere”.