CELAYA, Gto.- (OEM-Informex).- Después de seis días de camino, cerca de tres mil peregrinas llegaron a la Basílica de Guadalupe, donde participaron en la misa concelebrada por Monseñor Víctor Alejandro Aguilar Ledesma, quien consagró a los 11 decanatos de la Diócesis de Celaya a la Morenita del Tepeyac y le pidió por todos los consagrados, por los niños, por los jóvenes que se encuentran sumergidos en la drogadicción, la delincuencia, por aquellos que han perdido el sentido de su vida, para que regrese la paz y para que las personas experimenten el amor de Dios.
El Obispo agradeció a los nueve sacerdotes que acompañaron a las peregrinas hasta la Basílica y pidió, además de lo arriba mencionado, por quienes no tienen trabajo, por las familias para que dentro de ellas se enseñen y se pongan en práctica los valores cristianos.
“Tengamos como intención consagrarnos a la Santísima Virgen María de Guadalupe, ella es la madre de la esperanza y del amor y en ella queremos experimentar el amor de Jesucristo Nuestro Dios y Salvador, en ella queremos poner la espera de un futuro mejor para nuestra diócesis, especialmente que podamos vivir en un ambiente de justicia, de paz y sobre todo que haya una corresponsabilidad entre todos nosotros para ir haciendo de nuestra diócesis la más hermosa de toda la república y eso depende de todos nosotros”.
De igual forma, pidió a la Virgen que sane todas las heridas, odios y rencores que se tienen en el corazón, para que la paz empiece desde adentro de cada persona. También para que los proyectos que se tienen como el año jubilar de la Diócesis sean bendecidos por ella.
Asimismo, agradeció a todas las peregrinas por su caminar hasta la basílica, a pesar de su cansancio, ya que en ningún momento perdieron la alegría, sino que dieron testimonio de su fe a través de la oración y los cantos que realizaron con mucha devoción.
A quienes les dijo que también hay que pedir “a Nuestra Madre Santísima que a todos nosotros nos conceda salud, recursos y tiempo para que el próximo año podamos vernos otra vez en la casita sagrada. Invitemos a otras mujeres para que también tengan esta hermosa experiencia de peregrinar como Iglesia, caminando siempre agradecidos con Dios y fomentando la fe. Que está misa sea un acto de consagración, de experimentar el amor y salir llenos de esperanza, para vivir el Evangelio”.
Finalmente, bendijo a las peregrinas en su regreso y las exhortó a emprender un trabajo y una responsabilidad en sus casas y en sus pueblos llenas de energía, porque la Virgen siempre está con ellas. También les pidió que crean de corazón lo que rezan, cantan y oran porque cuando lo hacen grandes cosas pasan.