Aguantando tanto frío que pega hasta los huesos, pero también cala hasta el alma

Así pasan las noches frías en la colonia La Presa, de la comunidad Galvanes, a pocos metros de Capulines. Ayer sufrieron temperaturas hasta de cero grados.

José Sánchez

  · viernes 21 de diciembre de 2018

La familia Palacios y vecinos de Galvanes y Capulines vivió ayer una de las noches más crudas del invierno, con hasta cero grados. / Foto: José González

CELAYA, Gto.- (OEM-Informex).- "Sólo esperamos el amanecer para que el sol nos desentumiera un poco, porque en toda la noche el frío nos pegó hasta los huesos", dijo don José Palacios, de 70 años de edad, quien junto con su esposa, hijas y más de 15 nietos de la colonia La Presa, de la comunidad Galvanes, a pocos metros de Capulines, y quienes sufrieron ayer bajas temperaturas hasta de cero grados.

Su esposa, la señora Adela González, de 69 años, comentó que han pasado la noche más fría de todos los últimos días, y se encomendó a Dios antes de dormir para que nadie se quedara dormido para siempre con tanto frío.


Vecinos de las comunidades de Galvanes y Capulines han vivido noches con bajas temperaturas. / Foto: José González



La hija Cristina Palacios González, comentó que a sus hijos les puso varias camisetas, el pans de la escuela, la chamarra de la escuela y les aventó encima las pocas cobijas que tienen, porque desde la tarde empezó a pegar el sol.

Araceli Palacios, también comentó que para muchos vecinos de la comunidad Capulines, amanece muy tarde, como a eso de las once de la mañana sale el sol, y a eso de las cuatro se mete el sol, porque están rodeados por varios cerros que hace los días más cortos y las tardes y noches más largas, por lo que el frio se extiende por mucho tiempo.



La nuera Angélica Olalde, dijo que por la mañana que quería lavar los trastes y la ropa, no pudo hacerlo porque el agua de la tina amaneció con una capa de hielo, así que tuvo que esperar a que pegara el sol para que el agua quedara fría, no helada.

La abuela de los pequeños comentó que las cobijas no les alcanzan, que les hace falta cubrir a los niños que son los que más frío pasan en la noche porque a cada rato se destapan.

Comentó que al parecer continuarán las noches heladas, y por eso hicieron un llamado a las autoridades a los hombres de buen corazón para que les regalen cobijas.

-“Dales el norte”, ordenó don José a su esposa.

“Vivimos aquí, en la colonia La Presa, del Rancho de Galvanes, en el camino principal que no tiene nombre, pero va a Capulines, por aquí cerca”, comentó la señora.

Por su parte, los niños comentaron que sólo falta que caiga nieve para que estén como los primos que viven en el norte, en otro país, quienes han mandado fotos en donde juegan con la nieve.

Para concluir, el señor José dijo que espera “seguir aguantando tanto frío que es bien cierto que pega hasta los huesos, pero también cala hasta el alma”.