IRAPUATO, GTO. (OEM-Informex).- La brecha generacional no debe de ser un impedimento para integrar la tecnología a las parcelas de los productores más longevos y tradicionales, y es que si quieren seguir siendo rentables, deben implementar la Agricultura 4.0.
La tecnología es la mejor herramienta, hoy en día, para identificar qué está pasando en el negocio del agro y detectar puntos de fuga que pudieran estar perjudicando al campesino.
José María García
José María García, experto en el uso de la tecnología para los campos en España, ofreció la conferencia “¿Qué es la agro inteligencia y que puede hacer en mi negocio agrícola?” en el marco de la Expo Agroalimentaria 2019, y mencionó que actualmente la tecnología y el uso de software son las mejores herramientas para la producción agrícola, por ejemplo, el uso de drones en los campos, que aunque sean costosos, han sido una de las herramientas más eficaces para regar fertilizantes, insecticidas y monitorear los cultivos.
José María García aseguró que el agricultor del futuro tiene que ser un agricultor de datos, es decir, conocer y saber trabajar con datos que proviene del uso de drones, sensores y la inteligencia artificial, los cuales permiten generar mejor información de mayor calidad, y ayudarán al campesino a tomar mejores decisiones para gestar su negocios agrícola, y es que solo así tendrá la respuesta exacta de su producción si es que decide exportar sus alimentos.
“Es una tendencia a la alza, el agricultor mexicano es cada vez más consciente de la tecnología, pues con el uso de sensores, cámaras de videos, monitoreos y algoritmos, el productor es capaz de saber cuántos kilos va a producir dentro de una semana, cómo estará el clima, el suelo y si su cultivo tendrá rentabilidad”.
José María García mencionó que el agricultor podrá desarrollar modelos predictivos para sus cosechas, donde aumentará su rentabilidad y ganará utilidad, al igual que reducirá costos, porque tendrá el dato exacto de cuánta cantidad de fertilizante y agua requiere, sin necesidad de desperdiciar insumos ni recursos.