CELAYA, Gto. (OEM-Informex).- De rodillas y con mucha devoción fue como el señor Miguel Ángel Aboytes, entró a la parroquia de San Antonio de Padua, para agradecer el milagro que le hizo el santo hace poco y, es que indica, sufrió mucho a causa de la hipertensión arterial, lo cual le provocó otras enfermedades cardiovasculares que por poco hacen que pierda la vida.
“Gracias a la intercesión de San Antonio con Dios, mi salud mejoró bastante, para mí es un milagro que recibí del cielo y estoy muy agradecido. Yo prometí entrar de rodillas desde la entrada, hasta el altar, porque justo me estoy componiendo de unas dolencias que tuve en la rodilla”.
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También destacó que para él la devoción a San Antonio “es muy bella, porque él nos enseña a conocer a Dios, a conocer su vida y a imitarla para lograr la santidad. Los invito a todos a conocerlo, él me ha ayudado a tener salud, trabajo, paz y tranquilidad en esta época de violencia e inseguridad que se vive”.
De igual forma, pidió a todas las personas que se acerquen a Dios, sobre todo, a aquellas que están en agonía, sin trabajo, enfermos y que no conocen “lo que es tener una verdadera fe que mueve montañas”.
Refirió que “en esta época en que la violencia y los problemas que tenemos cada uno de nosotros parecen ser más fuertes, los invito a todos a que se acerquen a Dios, Él nos da la vida, nos cuida, protege, nos da el pan de cada día, nos da fortaleza, salud y felicidad, hay que darle gracias siempre por un día más de vida, por el trabajo, por lo que estamos pasando”, finalizó Miguel Aboytes.