SAN MIGUEL DE ALLENDE, Gto.- Sólo una vez al año son abiertas las criptas subterráneas de la parroquia de San Miguel de Allende, y eso es el 1 y 2 de noviembre, por lo que si andas de visita encontrarás una maravilla más de esta emblemática parroquia.
➡️ Suscríbete a nuestra edición digital
Estas criptas, durante todo el año se mantienen cerradas al público y sólo en estas fechas de Día de Muertos se abren para que puedan visitar las tumbas que están debajo de la parroquia.
La entrada está al frente del altar principal, donde se levantan las puertas de madera que dejan ver el túnel que te lleva a la cripta, donde descansan los restos de varios sanmiguelenses, sacerdotes y de un presidente de México.
La construcción de este lugar es atribuida al arquitecto guanajuatense Francisco Eduardo Tresguerras, quien trabajó en ellas en el año de 1930. Además, las criptas se encuentran alineadas justo debajo del altar mayor, es como una transición hacia el inframundo misma que está reservada para curas o párrocos, y ahí se pueden encontrar entierros del siglo XVIII y XIX.
En 1842 se concluyó la bóveda y se trasladaron los cuerpos de los curas y los vicarios que se encontraban en el camposanto parroquial, luego vino la Reforma y se acabó el entierro en los cementerios parroquiales; ya no permitieron que se enterraran personas en el exterior de las iglesias ni en el interior, salvo restos y es donde se encuentran tanto curas o personajes de San Miguel que fueron relevantes en la historia de la ciudad.
.jpg "catacumbas sma (1).jpg")
.jpg "catacumbas sma (2).jpg")
.jpg "catacumbas sma (3).jpg")
.jpg "catacumbas sma (4).jpg")
.jpg "catacumbas sma (5).jpg")
.jpg "catacumbas sma (6).jpg")
Uno de los personajes que descansan en este lugar es el del presidente de México, Anastasio Bustamante, quien luchó contra los insurgentes de 1810 a 1821, en 1830 obtuvo la presidencia pero en 1833 la tuvo que dejar por las protestas en su contra después de mandar asesinar a Vicente Guerrero, volvió a tomar la presidencia en 1837 a 1839 y cuando se retiró se vino a vivir a San Miguel de Allende en una casa de la calle de San Francisco, cuando falleció fue enterrado su cuerpo en la cripta de la parroquia y sobre ella hay una bandera de México.
En el lugar se encuentra una ventana, debajo de ella está la tumba del padre Juan Manuel Villegas, párroco de la misma parroquia de San Miguel en los años de 1736 a 1776 y se dice que también era comisionado de la santa inquisición, originalmente había sido enterrado en el cementerio parroquial y en 1842 sus restos fueron cambiados a la cripta.
En este maravilloso lugar se encuentran los restos del padre Francisco de Uranga, quien falleció en 1830 y era párroco de San Miguel cuando inició la independencia, también está el de Ignacio Hernández Macías, quien murió en 1920 y ahora tiene una calle con su nombre.
Una de las tumbas que hay y llama la atención, es la del presbítero José M. Vallejo, quien falleció en 1928, también se encuentran varios vicarios que fueron parte de la orden secreta de Ignacio Allende para el movimiento de Independencia.
Vale mucho la pena verlo, por lo que si tienes oportunidad puedes ir este 2 de noviembre que está abierto al público en general.
