CELAYA, Gto.- Juan Martínez, asesor del Movimiento Ciudadano Celayense, informó que ya a 25 años del trágico incidente del Domingo Negro, a una de las afectadas, Regina Lizandi, la acaban de operar, aunque falta Rosalía Tamayo y Leonardo Miguel Pérez Castañeda.
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“El costo de la operación de Regina Lizandi es elevado, más de 150 mil pesos, que incluye la prótesis, y subsidió el gobierno municipal. Y faltan Rosalía, que quedó lesionada de los ojos y un brazo, mientras que Leonardo es de una pierna, que tiene mal todavía”, comentó.
Reconoció que cada vez es menos la gente que acude, pero a pesar de ello, hay quienes siguen acudiendo cada 26 de septiembre, en la banqueta frente al establecimiento donde fueron las explosiones, en la calle Antonio Plaza.
“Esperamos que la próxima administración nos atienda, sigan apoyando con el agua y predial, que son 25 personas las que reciben este apoyo, y es una forma de recordar hace 25 años, una tragedia a consecuencia de las explosiones por pólvora que se tenía almacenada para juegos pirotécnicos”, mencionó.
Comentó que hubo un juicio penal por las explosiones, en donde el Juzgado V de Distrito en donde hubo una sentencia condenatoria para paga reparación de daños a los deudos y lesionados, y ahí el Instituto Mexicano del Seguro Social ayudó a evaluar, pero el Juzgado V no logró el cobro para la reparación de daños.
Destacó que el gobierno municipal con el subsidio de pago de recibos de agua y predial, para quienes lo solicitaron y lo acreditaron.
Por otro lado, Jorge Antonio Aguirre Ramos, integrante al Cuerpo de Bomberos, comentó que hace 25 años estuvo en el lugar de los hechos, y se encontraban atendiendo otro reporte, cuando reciben el llamado que las explosiones frente a la Central Camionera.
“Nos trasladamos en la unidad, llegamos afuera de lo que era la Abarrotera de Celaya, y estábamos coordinando para ver cómo se iba a actuar, cuando nos sorprendió la segunda explosión”, dijo.
Expuso que eran cuatro elementos los que recibieron el impacto de la segunda explosión, y de la cual falleció su compañero Juan Manuel Segoviano, quien tenía 24 años de edad, y los demás resultaron lesionados, se convirtieron en parte de la tragedia y ya no pudieron seguir apoyando.
Dijo que tuvo descalabradas, fracturas, perforación de tímpanos, laceraciones, quemaduras de segundo y tercer grado.
“La recomendación a los padres de familia es no comprar los hijos juegos pirotécnicos, y no los vean como un juego, sino que asuman la responsabilidad de respetar la veda de juegos pirotécnicos”, concluyó.