ACÁMBARO, Gto.- Este domingo terminó el año agrícola mesoamericano en esta región centro occidente de México al coincidir el sol en su nacimiento en lo alto de la montaña con el punto medio de la antigua traza mesoamericana sobre la cual descansa el Acámbaro del siglo 16.
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Desde hace más de 10 años, en el municipio se realiza el Festival del Sol donde se tiene una serie de actividades como conferencias, recorridos turísticos, exposiciones de arte y pintura; canto, danza, historia, barro, ofrendas y deportes, concluyendo el 14 de febrero con la ceremonia del magno recibimiento del nuevo sol que indica el inicio del nuevo año agrícola mesoamericano.
El investigador Leonardo Arturo Amezcua Ornelas refirió que de acuerdo al antiguo calendario mesoamericano este domingo 27 de octubre concluyó el año agrícola; dijo que “El calendario mesoamericano era el resultado de la combinación entre un ciclo de 365 días llamado en náhuatl xiuhpohualli o cuentas del año (haab en maya) y otro ciclo de 260 días, llamado en náhuatl
Tonalpohualli o cuenta de los días (tzolkín en maya. Obviamente, el xiuhpohualli es un cómputo del año solar, pero se desconoce el origen preciso del ciclo de 260 días, aunque es probable que esté relacionado con los ciclos conjuntos del sol, la luna y el planeta Venus”.
Agregó que “El xiuhpohualli constaba de 18 meses de 20 días cada uno por lo que más apropiadamente se les debe llamar veintenas más cinco días complementarios, lo que en total da los 365 días del año solar vago. Las 18 veintenas formaban la serie nahua atlcahualo-izcalli (en maya, pop-cumkú, equivalente a la nahua tlaxochimaco-hueitecuílhuitl), y los cinco días complementarios se llamaban nemontemi en náhuatl (uayeb en maya).
Indicó que “por su parte, el tonalpohualli estaba formado por 20 trecenas, que dan un total de 260 días. Cada día de este ciclo tenía su nombre propio, que constaba de dos elementos combinables: un número de la serie 1-13, y un signo de la serie vigesimal cipactli-xochitl entre los nahuas (o imix-aháu entre los mayas). Las dos series sucedían cíclicamente, y los 260 días del ciclo completo (13 por 20) corresponden en cierto modo a nuestra semana (pues había 260 nombres de día diferentes)".
Resaltó que “este evento que tenemos propiamente en Acámbaro es tonalpohualli que consta para el valle de Acámbaro de 256 días exactamente partiendo del 14 de febrero al 27 de octubre, marcando exactamente ese ciclo sagrado tal y como corresponde a otros ciclos arqueológicos de México; Acámbaro claramente se ve que está sobre un antiguo centro ceremonial como ya lo he mencionado muchas veces que data seguramente de miles de años atrás y que fue respetado en el siglo 16”.
Señaló que “esta mañana estamos siendo testigo de ese fin del año agrícola mesoamericano y del inicio del invierno; al marcarse este fin del año agrícola también marca el inicio del invierno y da paso a la celebración del día de muertos, cuando se dice que las almas vienen del inframundo a la región de los vivos, y en este caso específico esta región centro occidente de México se caracteriza por la llegada de la mariposa monarca donde su paso máximo es entre el 1 y 2 de noviembre, tal pareciera que esas almas del inframundo vienen a visitarnos mediante la llegada de la mariposa monarca, el cual dura en los santuarios hasta el 14 de febrero, a partir de esa fecha inicia de nuevo la migración hacia el norte”.
Reconoció que estos ciclos que tenían los antiguos pueblos mesoamericanos son perfectos y van acorde con la madre naturaleza “tenemos el orgullo de tener este calendario agrícola en Acámbaro llamado tonalpohualli y que es un patrimonio no solo de Acámbaro, sino de México y el mundo”.