Hace cinco décadas Ramón Rojo contaba sólo con un puñado de discos, algunos prestados y empezó la aventura de tocar para fiestas y cumpleaños de algunos amigos, pero poco a poco adquirió equipo más profesional y un camión para trasladar sus bocinas, amplificadores y micrófonos, pues hubo un tiempo en que su música era totalmente en vivo.
Como lo narra el propio Ramón, la curiosidad lo convirtió en sonidero, pues siempre buscaba tener más bocinas para que sonara bien su música, pues hace 50 años era muy difícil tener nitidez en unas bocinas de metal. “Mi nombre se lo debo a una radionovela, sí, así se llamaba el personaje central de una historia que en 1968 era la más escuchada en la radio, así se me quedó La Changa”, expresó el señor Rojo.
Ahora todo su estilo dejó camino para el nacimiento de otros sonideros, pero dentro de esa esfera es considerado como toda una leyenda del género que, inspirado en la música cubana y colombiana, se desarrolló en México. La Changa nace en 1968, en el año de las Olimpiadas en México, con un amplificador de bulbos marca Radson, una trompeta y 20 discos de la Sonora Matancera. Con el paso de los años se ha convertido en una institución universal que ha sabido trascender al género y la colección de sus discos asciende a más de siete mil que se han comprado en Colombia, Guatemala, Perú y hasta Chile.
El próximo Sábado 21 de julio a las nueve de la noche se celebrará en el Plaza Condesa un concepto único e irrepetible, pues Ramón Rojo llegará con todos sus éxitos a poner en lo más alto el ambiente de barrio en la Ciudad de México.
Para esta fecha se tiene pensado plasmar en todo su esplendor a la agrupación y se pondrá en marcha un proyecto denominado Sonido la Changa, LIVE, que llevará a los asistentes por única vez y de forma exclusiva a una nueva etapa inédita en su carrera, pues estarán presentándose en vivo sobre el escenario del Plaza diversos artistas que en breve se irán confirmando.