León, Gto.- El Teatro Bicentenario fue el escenario perfecto para galardonar al cineasta mexicano Arturo Ripstein, uno de los directores más reconocidos de América Latina, con la entrega de la Cruz de Plata y la Medalla de Plata de la Filmoteca UNAM dentro del Festival Internacional de Cine Guanajuato (GIFF), en su vigesimoséptima edición, a celebrarse del 19 al 29 de julio en León, San Miguel de Allende e Irapuato.
El productor de “El castillo de la pureza”, manifestó que uno de sus sueños es reconstruir algunas de sus películas, explicó que no tuvo una formación académica cinematográfica ya que no hubo escuelas de cine en México por lo que a través de la observación y siendo espectador de películas, consiguió su objetivo de dirigir su primera película teniendo 21 años con “El tiempo de morir”.
“No me tocaba estar a mí aquí en este momento creo. Siempre he dicho que el genio de un director de cine consiste en rodearse de la mejor gente posible y dejarlos hacer lo que saben hacer, mover un poco los hilos, conducir fuera de ejes con su imaginación, lo que ellos saben hay que dejar estimular y lo hacen muy bien”, comentó.
“Agradezco a Sarah Hoch y su equipo por su generosidad conmigo, al final de cuenta cuando uno habla de cine y la conversación va de cine se habla del argumento de la película, más allá de las referencias técnicas es el guión, yo he tenido el buen ojo y buena suerte de haber trabajado con muy buenos escritores y unos horrorosos”, agregó.
Durante su homenaje, agradeció a su hijo Gabriel Ripstein, manifestando que era mejor director que él mismo.
“Él es mejor director que yo… Cuando estábamos comiendo dijo, yo ya no quiero ser pobre, quiero estudiar economía, de pronto un día le hablaron para trabajar en una compañía productora quien sabe por qué, y era jefe de producción y luego se fue a trabajar a Columbia Pictures. Un día llegó y dijo yo no quiero estar atrás de un escritorio, y me dijo quiero ser director de cine, estoy orgulloso de mi hijo”, señaló.
Para su esposa, la escritora y guionista Paz Alicia Garciadiego, con emotivas palabras dijo que ella era la pieza que le faltaba, era quien lo motivaba a ser feliz y por su talento ganó premios, al final pidió que su público le brindara unos minutos con aplausos.
Finalmente, Jorge Martínez Micher, subdirector de Difusión de Filmoteca UNAM, dio a conocer que la filmografía de Arturo Ripstein rebasa los 40 títulos, sus películas han sido objeto de análisis de especialistas y es considerado uno de los más importantes del cine mexicano a quien se le atribuye la frase “El cine es al final de cuentas un juego pero se hace con un rigor absoluto”.
“Que al honrar los grandes clásicos de cinematografía nacional, proceso por el cual se recupera la plata con la que se funde la medalla Filmoteca UNAM, misma que entregamos al director, productor Arturo Ripstein”, dijo.
Para terminar esta noche, los maestros de ceremonia las actrices Arcelía Ramírez y Sylvia Pasquel así como el productor, director de cine y profesor mexicano Roberto Fiesco contaron momentos que tuvieron junto al homenajeado.
Proyectaron la película “Profundo Carmesí”, a partir de un hecho criminal periodístico que ocurre en Estados Unidos a finales de los años 40, en esta ocasión se proyectó la versión completa la cual tiene una duración de 17 minutos, incluyendo tres secuencias “inmorales” según su criterio, y que fue censurada porque un productor francés así lo sugirió debido a que señaló que era excesiva.
Por primera vez el Teatro Bicentenario ubicado en Forum Cultural tuvo la fortuna de exhibirse al público.
“Me gustan mucho las historias de crímenes porque regularmente están bien construidas, cuando eran los crímenes razonables de antes, cuando tenían sentido y ahora no porque antes tenían un comienzo, un desarrollo y un final y dan vuelta”, concluyó.