La venta de autos de lujo en México en 2021 cayó por quinto año consecutivo y se ubicó en su nivel más bajo en una década. Los especialistas atribuyen el desplome a la falta de inventario por la escasez de chips y al clima de incertidumbre para la inversión.

El segmento de lujo tuvo el peor resultado de la industria automotriz, con una caída en las ventas de 8.5 por ciento respecto a 2020, superior a la baja de 7.0 por ciento en el rubro de autos deportivos y más del doble de los autos compactos, que disminuyó 4.1 por ciento, de acuerdo con datos de la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA).

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Aunque la proporción de vehículos de lujo que se vende en el país es siete veces menor a la de vehículos compactos, su resultado funciona como termómetro para la economía, pues se trata de unidades que adquiere el sector con más recursos económicos del país.

Armando Soto, director general de Kaso y Asociados, indicó que a diferencia del segmento de autos compactos, cuyo comportamiento está relacionado con factores como el empleo, el de vehículos de lujo tiene que ver con las expectativas de crecimiento y clima de inversión que hay en el país.

“La gente que compra autos de lujo basa su riqueza en otros factores, no solo en el empleo; tiene activos en la Bolsa de Valores, cuenta con empresas, instrumentos de renta variable e inversiones en el extranjero. Si la inversión en el país crece es señal que hay expectativas buenas en la economía y adquieren unidades más fácilmente”, explicó el analista a El Sol de México.

La Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA) distingue a los autos de lujo como unidades con potencia de entre 136 y 290 caballos de fuerza, casi el doble, incluso, que los vehículos compactos, además de que tienen hasta 12 cilindros, entre otras características.

Los precios de estas unidades suelen estar por arriba de los 500 mil pesos, varios incluso con un valor superior al millón de pesos, al menos.

Soto refirió que los fundamentales de este segmento de mercado están basados en otros tipos de variables, entre ellos la inversión productiva en el país, la cual se mantiene en niveles bajos.

Hasta octubre pasado, de acuerdo con el dato más reciente disponible del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), la inversión fija bruta mostraba un rezago de 3.71 por ciento comparado a los niveles previos a la pandemia.

“Si la inversión crece es señal que hay expectativas buenas en la economía, los ricos invierten más en sus negocios porque hay expectativas de crecimiento y adquieren más bienes, entre ellos autos de lujo”, comentó Soto.

Pero el segmento también se ha visto afectado por temas de la industria, como la escasez global de chips que ha derivado en bajas en la producción de unidades, indicó a su vez Guillermo Rosales, presidente ejecutivo de la AMDA.

“El resultado estuvo determinado por la insuficiencia de inventario como consecuencia de la crisis en el suministro de microchips y otros componentes”, respondió el directivo a este diario.

En conferencia de prensa previa, Rosales dijo que ante la falta de chips, la industria prioriza la producción de unidades que han sido mayormente demandadas por los consumidores, como son los vehículos de usos múltiples, como las minivans y las SUVs.

De acuerdo con la AMDA, la venta de este tipo de unidades creció 27.1 por ciento en 2021 respecto al año previo, con el mejor resultado de la industria.

Rosales destacó que la tendencia de consumo de los mexicanos ha privilegiado los vehículos de usos múltiples, lo que afecta la comercialización de autos compactos y también los de lujo.

No obstante, la caída en la venta de vehículos de lujo el año pasado fue mucho menos drástica a la registrada en 2020, año marcado por la pandemia de Covid-19, cuando se contrajo cerca de 34 por ciento.

En ese sentido, Armando Soto confió en que la colocación de estas unidades se recupere conforme se superen crisis como la de la escasez de chips y la economía nacional siga recuperándose a mayor ritmo.

“Definitivamente seguirá recuperándose y esperamos que conforme vaya reactivándose la inversión o siga un patrón de crecimiento mayor de la economía, el mercado podría regresar a mejores niveles”, concluyó.

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