A 34 días de que se lleven a cabo las elecciones presidenciales, las candidatas y el candidato que pugnan para gobernar el país se enfrentarán a un panorama en el que si bien se redujo la desigualdad medida por el ingreso de las personas, la pobreza extrema aumentó y la economía mexicana se desacelera.
Hoy, Claudia Sheinbaum, Xóchitl Gálvez y Jorge Álvarez Máynez se enfrentarán en el segundo debate bajo el tema La ruta hacia el desarrollo de México, donde deberán exponer no sólo sus propuestas para el crecimiento país, sino también cómo sostendrán sus proyectos y en qué medida ayudarán a mejorar la calidad de vida de millones de personas.
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El Sol de México recopiló información sobre cómo se han movido los niveles de desigualdad, la población en situación de pobreza, el empleo, la inversión pública, el Producto Interno Bruto (PIB) y la inflación durante este sexenio y anteriores para conocer los pendientes que se dejan y por los cuales, el siguiente gobierno deberá trabajar más.
De acuerdo con datos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), entre 2018, año en que Andrés Manuel Lopez Obrador (AMLO) llegó a la presidencia y 2022, el ingreso promedio de la población mexicana aumentó 4.6 por ciento.
Mientras el ingreso promedio del decil de la población de más bajos recursos creció 19.9 por ciento entre 2018 y 2022, el nivel de ingreso del decil más acaudalado se redujo 2.2 por ciento. Esto generó que la brecha de desigualdad se redujera 18 por ciento, muestran los datos de la Encuesta Nacional de Ingreso y Gasto de los Hogares (ENIGH).
Frente a estos niveles de ingreso, se observó una reducción de la población en situación de pobreza, que pasó de 51.9 millones de personas en 2018 a 46.8 millones en 2022. Sin embargo, en este periodo de referencia aumentó la población en situación de pobreza extrema con un total de 9.1 millones de personas.
Para Rodolfo De la Torre, director del programa en Desarrollo Social del Centro Estudios Espinosa Yglesias (CEEY), este incremento en la pobreza extrema se debió porque el gobierno no generó las condiciones para mejorar el empleo formal, lo que deriv ó en que aumentaran las carencias de servicios básicos, como el de la salud que entre 2018 y 2022 aumentó a 30 millones de personas.
“El tema de la informalidad laboral pasó desapercibida en esta administración, no se tomaron medidas para descinsentivarla, y vemos que continúa estando por arriba del 50 por ciento de los ocupados”, dijo el especialista a este medio.
De la Torre consideró que hasta ahora, ninguna de las candidatas ni el candidato a la presidencia han hecho propuestas sobre cómo reducir la informalidad, lo cual debería ser prioridad para reducir la pobreza extrema y mejorar la situación financiera de las instituciones públicas de salud.
Pese al nivel de informalidad, al cierre del primer trimestre de este año había 59.8 millones de mexicanos ocupados, lo que representa un incremento de 11.4 por ciento respecto a 2018. Se trata del mayor incremento en número de ocupados en los últimos tres sexenios, según la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE).
“Aunque en este sexenio hemos visto que la tasa de desempleo ha disminuido a niveles mínimos históricos, no se ha resuelto el problema de la informalidad porque falta un buen impulso al mercado laboral. Si se aprovechara mejor el nearshoring, veríamos una mayor creación de empleos, pero en el mercado formal”, consideró Gabriela Siller, directora de Análisis Económico y Financiero del Banco BASE.
Este nivel de informalidad también se puede explicar por la baja inversión que registró AMLO en los primeros cinco años de gobierno. Los últimos datos del Inegi y de Banxico muestran que de 2019 a 2023 se invirtió cerca de 12 billones de pesos, cinco billones menos que la administración de Enrique Peña Nieto en el mismo lapso y 9.4 billones menos que con Felipe Calderón.
La organización México ¿cómo vamos? indicó que desde mediados de 2018 hasta el primer trimestre de 2021 tanto la inversión pública como privada mostraron tasas anuales negativas, principalmente a la incertidumbre jurídica y posteriormente a la pandemia, factores que incrementaron la percepción de riesgo en el país.
Esta incertidumbre sobre las inversiones también se reflejó en el PIB del primer año de gobierno de la Cuatroté, el cual cayó uno por ciento en 2019 y después vino la pandemia del Covid que tumbó a la economía mexicana en 3.7 por ciento y los siguientes años avanzaron de manera lenta.
Si se mide el promedio del PIB por sexenio, se observa que el de AMLO tuvo un avance de 1.2 por ciento, un nivel por debajo del 1.8 por ciento que presentó Enrique Peña Nieto durante su gobierno.
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A este panorama se suma la alta inflación que se ha mantenido por arriba del objetivo de Banxico de tres por ciento más/menos un punto. Y si bien López Obrador implementó una serie de estrategias como el PACIC para reducir la inflación, no ha servido, según especialistas.
Analistas financieros comentaron que para mejorar los temas de pobreza y desigualdad, se deben implementar políticas públicas que integren a las entidades más rezagadas en crecimiento, con el fin de que todas puedan aprovechar las oportunidades de inversión provenientes del nearshoring.
Con información de Miguel Ángel Ensástigue y Juan Luis Ramos / El Sol de México
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