CORTAZAR, Gto.- (OEM-Informex).- Tras dos años de pandemia y suspensión de actividades tradicionales, tanto religiosas como turísticas y deportivas en el Área Natural Protegida de los cerros El Culiacán y La Gavia, la actividad de nuevo cobra vida.
Un reflejo de esto fue a principios de mayo la actividad del día de la Santa Cruz en El Culiacán, donde unas ocho mil personas ascendieron a rendir pleitesía al símbolo cristiano con danzas prehispánicas. El cuidado de esta zona la comparten Cortazar, Jaral del Progreso y Salvatierra.
Alfonso Nava Aceves, director de Medio Ambiente, informó que en esta área no hay actualmente explotaciones de material o recurso natural de ningún tipo que se extraiga.
En cuanto a las actividades de tipo ecológico o turístico, se mantiene la de la visita a la Santa Cruz del Culiacán, en La Gavia, que también forma parte del área natural, se realiza la festividad de "El encuentro", entre gente de Arreguín de Arriba y La Gavia.
Cabe hacer notar que hay mucha afluencia de personas que utilizan la carretera que une a las comunidades de Las Millas, La Mandinga, El Zapote y La Gavia, deportistas en su mayor parte, a pie o en bicicleta.
Para el tema de la conservación del área, se colocan señalamientos con la prohibición de la cacería y el maltrato a las especies nativas.
También se colocan bebederos artificiales con piedra y lodo para la sobrevivencia de la fauna como son los venados, armadillos, coyotes, aves, etcétera, ya que en este periodo de intenso calor los cauces naturales se han secado.
También se trata de conservar los árboles que están plagados de Paxtle o heno, para lo que los guardabosques hacen la limpieza de los mismos.
También se realiza la recolección de basura en los caminos principales y accesos.
En el Culiacán, en la parte alta, hay dos guardabosques que se encargan de dar información turística y orientación a Los visitantes de lo que pueden hacer y lo que no deben.
PROMUEVE EXCURSIONES
Jorge Celis, antropólogo e investigador egresado de la UNAM, cuyos trabajos afirman la versión de que en el Culiacán o Teoculhuacan estaba la antigua Aztlán, de dónde los Mexicas emigraron al Valle de México, organiza excursiones para quienes adoran la naturaleza y la historia, la más reciente a una de las barrancas más profundas y difíciles del cerro donde se ubican antiguas cuevas.
Entre éstas están las cuevas de El Pescador, un bandido del siglo XIX, de El Alacrán, El Coscomate, la cueva de El Cuchillo, El Parián, la cueva de los Secretos, el acantilado de la Coyotada y las cuevas de los Mosquetes, La Trampa y Juan Páramo.
LAS CARACTERÍSTICAS
El área natural abarca dos cerros, los que representan un importante hábitat para la fauna silvestre y en el que se registran 12 especies de anfibios, 26 reptiles, 119 aves y 43 mamíferos, según datos de la SMAOT.
Entre estas especies se encuentran la víbora de cascabel de cola negra, la Aguililla aura, el pájaro carpintero mexicano, gato montés, Cacomixtle y Venado cola blanca, del total de especies de fauna silvestre, 63 se encuentran en estado de protección y/o endémicas.
La vegetación se compone principalmente por bosque de encino, bosque tropical caducifolio y matorral crasicaule con un total de 297 especies, de las cuales, el nogal cimarrón, el colorín, el palo blanco y la biznaga, se encuentran enlistadas en la NOM-059-SEMARNAT-2010.
El cerro El Culiacán alcanza una altitud sobre el nivel del mar de 2,830 metros y se caracteriza por su forma cónica regular de gran atractivo, tradicionalmente ha sido considerado como una montaña sagrada.
La Gavia es un cerro cubierto de riscos que alcanza los 2 mil 400 metros sobre el nivel del mar, cumple una importante función en la recarga del acuífero que alimenta los valles contiguos y satisface las necesidades de agua para los diferentes usos de la población que habita en sus comunidades, e incluso parte de la vecina ciudad de Celaya.