Irapuato, Gto.- El templo de San Francisquito, es considerado como otras de las joyas arquitectónicas estilo neoclásico en Irapuato con una historia de más de 200 años, y que heredaron a esta ciudad el matrimonio de Don Francisco de Paula Alcántara y Eulalia Cortés de Alcántara quienes sus restos reposan junto con sus tres hijas, que fallecieron a corta edad, en la pared de este recinto.

Este lugar está ubicado en la calle Guerrero, y es visitado por las personas devotas a este santo. El altar superior esta dedicado a San Francisco de Paula, y en el se encuentran la virgen María, San José y el niño Jesús.

También el templo tiene dos salas que eran utilizadas por el grupo de oración nocturna donde realizaban sus oraciones y cantos al santísimo, durante toda la noche.

La otra sala era donde los integrantes de esta agrupación descansaban después de una larga jornada de oración y cantos.

Otra de las áreas que tiene este lugar es la de arquerías, un pasillo por donde también caminaban para rodead este lugar, durante las horas de oraciones que se realizaban en la madrugada.

El mito sobre este grupo que duro muchos años, realizando la oración nocturna en este templo, se cuenta que hasta hoy en día, se siguen escuchando esos rezo durante la madrugada, a pesar de que ya no se realizan en este lugar.

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Otra de los mitos que dicen las personas que han visitado el templo como feligreses, es que han visto a niñas entrar a estas salas y no las ven salir o escuchan que juega en el pasillo de las arquerías, pero este lugar esta restringido a las personas, por falta de mantenimiento y por el riesgo de derrumbe de vigas.

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En esta sala es donde se encuentran las criptas de los restos de este matrimonio Don Francisco y Eulalia y de sus hijas, quienes murieron a la edad de 9 años María Guadalupe, María del Rosario de 6 meses y María de Lourdes Alcántara de 5 meses.

También se dice que en altar, ha visto a un hombre que esta orando pero siempre volteando así la imagen de San Francisco, aunque hay quienes dicen que es el padre Ramón Ponce, quien falleció en 1949 y que fue muy apreciado por el grupo de la adoración de esos años, también sus restos reposan en este templo.