León,Guanajuato.-La maternidad es una etapa en la que se experimenta, desde el embarazo, una infinidad de cambios físicos y psíquicos con todo tipo de emociones.

A todo esto, se suman las tareas a realizar una vez que el bebé ha nacido, actividades que continúan en todo el proceso de crecimiento de los hijos.

Separar el rol de mujer y madre resulta complicado, por lo que a veces se abandona uno y se le da mayor importancia a otro, pero la realidad es que es posible encontrar un equilibrio entre ambos.

Toma 30 minutos

Para despejarte de la rutina del hogar o del trabajo, hay mujeres que combinan estas tres tareas. Utiliza técnicas de respiración o tan solo estar sentada en el parque observando lo que sucede alrededor, te puede relajar.

Haz ejercicio

En la medida de lo posible, además de contribuir con un mejor estado de salud, será un momento solo para ti.

Medita

Es una práctica milenaria que ha mostrado grandes beneficios para el cuerpo gracias a estar presentes atrayendo pensamientos positivos. Yoga es un gran ejemplo de meditación en movimiento y ejercicio.

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Consciente tu cuerpo

Una forma de hacerlo es con sesiones de crioterapia, la cual no es invasiva y consiste en un tratamiento con frío que ayuda a lograr un alto grado de bienestar.

Con esto se logran efectos como aliviar el dolor (incluso crónico), desinflamar, reforzar el sistema inmunológico, mejorar el sistema musculo esquelético, mejorar la funcionalidad de las articulaciones, regular la actividad del sistema nerviosa y a quemar 800 calorías en tan solo tres minutos.

Disfruta una bebida

Si el tiempo es corto y la organización del día se complica, relájate tomando tu bebida favorita frente a la ventana, de esta manera tendrás más claridad en tus pensamientos.

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Toma una siesta

Será parte reparadora de tu día, descansar unos minutos ayudará a despertar con más energía y continuar con las actividades.

La mejor manera de encontrar armonía y equilibrio, seas mamá o no, es estar conscientes de que existe una necesidad de procurar tu cuerpo y espíritu a través de cuidados, terapias innovadoras o de relajación, así como una alimentación balanceada acompañada de ejercicio. Esto es símbolo de la reconciliación que debería existir entre ser mujer y ser mamá.