CELAYA, Gto.- (OEM-Informex).- Sencillo pero muy significativo reconocimiento le fue entregado al profesor de artes mariales en Lima Lama, Justino Luna, quien a lo largo de 35 años a estado en esta disciplina inculcándola en niños y jóvenes en la ciudad de Acámbaro.
Este reconocimiento fue entregado en las instalaciones de la escuela de box “Nuevas Promesas”, por los profesores, Adrian Luna y Novelo Terrazas, impulsores del deporte en Acámbaro, quienes le reconocieron su ardua labor del profesor Justino de la escuela “Lima Lama Justin Luna”.
El homenajeado es originario de San Miguel Allende, quien desde 1976, comenzó a tomar conocimientos en este arte de la defensa personal, siendo su profesor Elías Drago, cinturón Negro Noveno Dan, de San Miguel Allende.
Justino Luna, dijo que el gusto por el Lima Lama, le vino desde niño ya que fue “peleadorsillo de barrio”, recordando que se juntaban varios amigos en la esquina del barrio donde vivían haciendo retas de combate entre ellos y ahí pasaban el tiempo hasta que los metían a sus hogares con regaños.
“El Lima Lama es un cumulo de aspectos muy interesantes, la capacidad física en todos sus aspectos sobre cualidades motrices, los valores y su filosofía y como resultado de estos aspectos, es que las personas puedan vivir y dejar vivir, ser feliz siempre pensando en hacer el bien común como parte de la sociedad en las cual estamos inmersos”, comento el profesor que hoy en día es cinturón Negro Tercer Dan.
Añadió: “La riqueza de técnicas muy efectivas y versátiles, las técnicas son el corazón del arte marcial, la confianza que se obtiene es enorme, fui policía e instructor policial durante 40 años y nunca usé golpes o patadas en alguna detención”.
Dijo: “Deseo que la juventud actual se interese por el deporte, por la disciplina, por rescatar los valores y alejarse de los malos hábitos para que tengan un gran futuro y encuentren su felicidad moralmente hablando, y para los padres la mejor herencia que le pueden dar a su hijo es la seguridad y educación, es bueno que se integren a la academia de arte marcial que gusten elegir, en este tiempo no es un gusto, sino una necesidad, vale mas saber defenderse y no usar los conocimientos a tener que defenderse sin tener los conocimientos, la capacitación es cara, pero han probado el precio de la ignorancia”.
Comento que, en la década de los 80s, fue integrante de la Selección Estatal en Combate y en los 90s, lo hizo en Formas, lo que ahora se conoce como Katas, obteniendo un segundo lugar en el torneo internacional realizado en Tampico, Tamaulipas y primer lugar en el Campeonato de Cinturones Negros en Jalapa, Veracruz, además de un Subcampeonato nacional en el Campeonato Nacional realizado en el Palacio de los Deportes de la ahora Ciudad de México.
Además de otros eventos también se dio el gusto por el triatlón, participando en su tierra natal donde obtuvo un tercer lugar, recordando una anécdota muy especial de un compañero Mario Gómez que tienen una amistad como hermanos, pero trabajaban como enemigos en los torneos, su amigo se graficaba en la primera mitad y él en la segunda de toda la categoría para no enfrentarse en las primeras peleas y así terminaban enfrentándose en la final para pelear por el campeonato, fue en una ocasión que accidentalmente lo lesiono con una patada en la cara, sangro bastante, pero su años como hermanos hizo que corriera a él y lo abrazara sin poder contener las lágrimas.
Ya radicado en Acámbaro por los años de los 80s, participo en una carrera que llamaban “ultramaraton” que era de 100 kilómetros, viniendo personalidades de todo el mundo, misma que solo se hizo en tres ocasiones ya que también era conocida como la “carrera de la muerte”, porque para correrla se necesitaba de contar con excelente condición física de lo contrario las consecuencias no eran buenas.