CELAYA, Gto.- (OEM-Informex).- A sus escasos 18 años de edad, Mariana Gómez Jaime, combina su gusto como jugadora y árbitro de futbol soccer, sus estudios como enfermera, pero desde hace tres meses sumó una muy importante en su vida, ser madre de una bebé que lleva por nombre Camila Mariana.

Desde pequeña, Mariana Gómez tuvo el gusto por el futbol soccer, llegando a militar en los equipos Celaya Piloto, Juventinas, Latino Celaya y Glorias del deporte, desempeñándose como contención, actividad que realizaba cada fin de semana y entre semana se enfocaba a los estudios en los conocimientos de enfermería donde hasta el momento es pasante.

La dicha de ser madre vino hace tres meses, dándole vida a una pequeña que lleva por nombre Camila Mariana, esto le dio un cambio en su vida por la responsabilidad que ahora ella junto a su esposo tienen, pero con la satisfacción de tener entre sus manos a su primer retoño, además de que cuenta con el apoyo de sus padres ya que su progenitor la acompaña a sus partidos y su mamá en el cuidado de su bebe.

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“La verdad ser madre, arbitro y seguir en mis estudios no es nada fácil, más ahora que hace tres meses me alivie de una bebé, y regresar como árbitro requiere estar en buena condición física, revisar nuevamente las reglas de juego, pero ya tengo la dicha de tener a mi hija”, comentó Mariana.

Fue hace tres años que su amigo Manuel Cerritos quien también es silbante fue quien le hizo el comentario de animó a unirse como árbitro, dándose un pequeño tiempo para pensarlo y comenzó con su preparación en el arbitraje esperando llegar al profesionalismo.

“Yo empecé en el arbitraje desde hace tres años, yo desde los seis años he jugado futbol, un día Manuel Cerritos me dijo, “anímate, estamos entrenando para árbitros”, le dije, ah si, y por curiosidad me metí y pues ya llevo tres años, la verdad el arbitraje no es nada fácil, yo quería siempre avanzar y crecer como persona, empecé silbando en una cancha de futbol rápido y ahora estoy en las de soccer de 11 jugadores, pero mi sueño ahora es llegar a ser silbante profesional”.

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Añadió: “Ahorita sé que debo de seguir esforzándome y seguirme preparando en los conocimientos como en las reglas del futbol, en lo teórico y práctico, además de tener buena condición, en todo realmente porque no es nada fácil, pero busco avanzar cada día más”.

“En esto lo más difícil son los reclamos, por ejemplo con los niños chiquitos, ellos no reclaman, son los papás y entrenadores, hasta ahora no he recibido ningún reclamo o agresión, mis compañeros me dicen que tengo buena actitud, buena estética, hago buenos recorridos, y eso me da a pensar que si soy buena como árbitro, yo cuando jugaba futbol lo hice sin saber las reglas y ahora que estoy como árbitro, recuerdo que hay gente que reclama por algo que el árbitro sabe porque lo está marcando aunque sé que en ocasiones también nos equivocamos pero en general, los árbitros saben todo”.