Puebla, Puebla.-Más allá del que pudo ser un trabajo arbitral bastante cuestionable por parte de Erick Yair Miranda, León dejó escapar un juego donde encontró primero la ventaja y Puebla se le creció al castigo. 2-1 final.
Las coincidencias siguen apareciendo, el mismo marcador de hace un año en favor de los de La Franja y el cual obliga a La Fiera a tener que ganar por cualquier marcador el próximo domingo en la “guarida”. A los camoteros con el empate les bastaría para colocarse en la antesala de la gran final.
Mientras que Nicolás Larcamón presentó un par de ajustes con respecto al once que comenzó la repesca ante Chivas, del otro lado Ariel Holan mandó una formación bastante congruente, manteniendo a Mosquera y al “Osvi” Rodríguez como sus laterales, Barreiro y Tesillo los centrales, de escudos “El Jefecito” Rodríguez y Colombatto, par de volantes y adelante “El Patrón” Fernández moviéndose a las espaldas de Dávila.
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Las acciones en el Estadio Cuauhtémoc prendieron a raíz de un tiro de Lucas Maia, una de las variantes del timonel blanquiazul, acción que en el fondo quedó resuelta por Cota a dos tiempos. León fiel a su estilo, luciendo orden, llevando la pelota por distintos sectores y eso sin duda mantuvo en alerta constante al cuadro de la Angelópolis.
Colombatto ya lo había avisado, sin embargo, fue al 28´ cuando los panzas verdes tomaron la delantera a través de Stiven Barreiro, quien de media vuelta y en medio de un mar de piernas, dejó sin chance alguna de reacción al paraguayo Antony Silva.
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Pero apenas un minutito le duró el gusto a León de estar arriba en los cartones. En la respuesta, Cota no pudo llegar a tapar la esférica, así que Pablo Parra empujó la redonda para decretar juego nuevo en una fría noche en la Heroica de Zaragoza.
La segunda mitad empezó mucho más aletargada, los dos a medio gas, pese a que los obligados eran los camoteros por estar en su patio. Los de Larcamón le cedieron la posesión a una oncena felina que daba la impresión que con la paridad estaba conforme.
En una mala salida de la localía, Fernández se la perdió al mandar su intento por un costado. Puebla tuvo que ajustar para no verse sorprendido, aunque increíblemente uno de los primeros sacrificados fue su hombre gol, el charrúa Christian Tabó.
León fue sobrellevando las acciones, jugó con fuego y ahí pagó caro. Navarro quedó tendido en terreno contrario, se pedía la falta, pero Puebla metió el acelerador con la superioridad ofensiva y Maxi Araujo cruzó con potencia al 78´ de tiempo corrido. Ese fue el tanto de la diferencia, el que pone a soñar a los blanquiazules y el que deja hasta cierto punto comprometidos a los verdiblancos.
